España y Cuba harán frente común para que la UE cambie su posición sobre la isla
Miguel Ángel Moratinos expresó ayer a las autoridades cubanas el compromiso del Gobierno español de tratar de convencer a sus socios comunitarios de la conveniencia de cambiar la posición común de la Unión Europea sobre la isla, que exige al régimen castrista progresos hacia la ... democracia y respeto de los derechos humanos para adoptar cualquier tipo de acuerdo con los Veintisiete. Ese será uno de los objetivos de la presidencia española de la Unión Europea, en el primer semestre del año, después de que en los últimos tiempos, el Ejecutivo de José Luis Rodríguez Zapatero consiguiera la suspensión de las medidas sancionadoras impuestas por la UE a Cuba tras las detenciones masivas de disidentes en la primavera de 2003. Tendrá que vencer antes la reticencias de algunos países, sobre todo la República Checa y Suecia, que no creen llegado el momento para hacer ese cambio.
El ministro de Asuntos Exteriores, que, en su segunda visita a La Habana, se entrevistó con el canciller cubano, Bruno Rodríguez, sigue mostrándose como el gran valedor del régimen en Europa y como un firme convencido de que la política de diálogo con las autoridades cubanas es mucho más productiva que la de la confrontación. Pese a que, hasta la fecha, no ha habido grandes resultados en materia de mejoría de la situación de los derechos humanos, como denuncian los grupos de la disidencia interna, Moratinos defiende su política con firmeza y resalta que otros países, incluido Estados Unidos, están siguiendo la línea trazada por España.
Oídos sordos
Para el titular de Exteriores, uno de los resultados de esa nueva política es que se reanudó la cooperación con Cuba, como resaltó ayer, al inaugurar la nueva Oficina Técnica de Cooperación Española. Pese a todo, los cubanos siguen haciendo oídos sordos a la tímida reclamación del Gobierno de recuperar el control del Centro Cultural español de La Habana, del que se incautó el castrismo en septiembre de 2003, en respuesta al papel del Gobierno de José María Aznar en el endurecimiento de la posición europea con Cuba.
Por otra parte, Moratinos planteó ayer a su colega cubano el problema que tienen unos 280 empresarios españoles, que no pueden transferir un total de 300 millones de dólares a sus cuentas en otros países, debido a la falta de liquidez de divisas en la banca cubana.
La crisis del CNI
Lo que no hizo, si uno se atiene a sus declaraciones, es hablar de la situación creada por la salida de los tres agentes del CNI que se encontraban en Cuba, por su supuesta vinculación con la operación que terminó con la destitución del vicepresidente Carlos Lage y del ministro de Exteriores, Felipe Pérez Roque, y la detención del empresario y delegado del anterior Gobierno vasco, Conrado Hernández. «Yo hablo de temas políticos, no de seguridad e inteligencia», respondió, ciertamente molesto, Miguel Ángel Moratinos cuando se le preguntó por ese espinoso asunto.
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