el desafío soberanista de ciu
La llave que guarda Duran Lleida
Si Unió se niega a secundar el despropósito indepentista de Convergencia, Artur Mas se vería obligado a deshacer sus insensatas posiciones
Artur Mas acapara estos días la atención de todos con un arrebato independentista que nadie sabe hasta qué extremo piensa llevar. Pero hay otro político nacionalista que puede tener la llave de la sensatez en Cataluña y que navega a estas horas por ... aguas indecisas y ambiguas. Josep Antoni Duran Lleida , desde su humillante aparición en la manifestación de la Diada, se mantiene al pairo mientras trata de convencernos de que autodeterminación no es lo mismo que independencia y decide qué rumbo definitivo tomar en medio de la tormenta soberanista. Y realmente tiene mucho que consultar en su hoja de ruta política.
La formación democristiana que lidera, Unió Democràtica de Catalunya , es la otra cara de la moneda de la coalición que es CiU, y Duran Lleida siempre ha defendido posturas más moderadas, si es que a sus públicas aspiraciones a un modelo confederal se le puede llamar así. Pero al menos, sus tesis siempre han rechazado la vía rupturista con el Estado español. De hecho, en el XXV congreso de su partido , celebrado el pasado mes de mayo, Duran Lleida cortó de raíz el vuelo independentista que el alcalde de Vic, Josep María Vila d’Abadal , pretendía levantar. El 96 por ciento de los votos respaldaron la gestión y objetivos de Duran Lleida y no hubo mucho más que hablar. Pero eso fue hace más de tres meses. Ahora hay mucho que decir.
Mas piensa que Rajoy evitará in extremis el choque de trenes
El presidente de la Generalitat, y de CiU, ha convocado elecciones anticipadas y, además, la celebración de un referéndum sobre la autodeterminación de Cataluña sí o sí. ¿Pero por qué convoca Artur Mas una consulta popular para justo después de unas elecciones si con poner encima de la mesa un programa abiertamente soberanista le bastaría? Quizá porque como el propio Duran Lleida advirtió a sus bases en aquel congreso de mayo, si CiU concurriese a unas elecciones con un programa de ruptura con España, perdería sin remedio. Y Mas, a la postre, como todos los nacionalistas de este país, lo que de verdad quiere es perpetuarse en su Palau, apuntándose a todos los derechos y a ninguna de las obligaciones. La Generalitat está en la más absoluta de las bancarrotas, y Mas agita el sentimiento de indignación ante el «expolio de Madrid» como quien gasta el último cartucho de la recámara convencido de que no va a fallar. Piensa, y desea, que ganará las elecciones autonómicas y que Rajoy evitará en el último segundo el choque de trenes y también hablará « catalán en la intimidad », entre otras cosas porque con un PSOE que hace aguas por el PSC, el PP quedaría en solitario al frente de la locomotora. Pero los planes nunca salen exactamente como uno desea, y quien puede evitar ese riesgo innecesario en medio de la mayor crisis económica que ha conocido España es Duran Lleida. Si su formación es capaz de estar ahora a la altura del momento histórico que vive España y se niega a secundar el despropósito de Mas antes de los comicios regionales, CiU podría perder uno de sus motores y verse obligada a retirar su órdago; o partir la coalición y abandonarse a su suerte electoral. Fórmulas para hacerlo con dignidad seguro que no faltan porque nadie en este país desea ver a un presidente de la Generalitat inhabilitado por prevaricación o desobediencia. Y Duran Lleida tiene la verdadera llave para que ni siquiera nos acerquemos a ese insondable abismo.
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