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«Nos dijeron que Pedro no iba a gobernar, que solo quería echar a Rajoy»

Los socialistas críticos con Sánchez reclaman elecciones: «no hay otra salida»

Pedro Sánchez, en la rueda de prensa posterior al Consejo Europeo de Bruselas EFE / Vídeo: Sánchez apela al diálogo «sereno, moderado, sensato y dentro de la legalidad»
Ana I. Sánchez

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Las elecciones andaluzas dieron voz a los votantes por primera vez tras la moción de censura. Y su respuesta fue alta y clara: buena parte del electorado socialista no quiere alianzas con el independentismo catalán. El pasado miércoles en el Congreso, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez , desaprovechó una oportunidad perfecta para romper el lazo que le une al secesionismo, y advertir al presidente de la Generalitat, Quim Torra , de las medidas que le esperan si vulnera la legalidad.

La preocupación crece entre las filas socialistas y empieza a mezclarse con un punto de indignación por cómo el PSOE se encuentra donde está. «Tras la sentencia del caso Gürtel nos dijeron (la dirección socialista) que nadie entendería que el PSOE no presentara una moción de censura. Pero que no empezáramos a criticar la ayuda que iban a prestarle los independentistas porque Pedro no iba a gobernar con ellos, solo quería echar a Rajoy y presentar después un gran gobierno con el que convocaría elecciones», denuncia un miembro de la bancada socialista. «Hay ministros que aceptaron el cargo partiendo de que las elecciones serían inminentes. Si todos hubieran sido que iban a gobernar, es posible que más de uno no estaría sentado hoy en el banco azul», coincide otro.

«Pedro, se acabó»

Y es que las elecciones que reclaman tanto el PP como Ciudadanos son la única salida que, a ojos de que cada vez más diputados socialistas, le queda a Sánchez para lavar su imagen de aliado del independentismo . No tanto por la convocatoria en sí misma, sino porque las medidas que necesita tomar para convencer al votante más conservador de que no es rehén del independentismo, no le permitirán seguir contando con los escaños de ERC y PDECat en el Congreso. Y casi con seguridad le restarían el apoyo de Podemos. Un partido en el que la confluencia catalana tiene todo el peso en el discurso territorial del secretario general, Pablo Iglesias. Sin secesionistas ni Podemos, la única alternativa que le quedaría a los socialistas sería apoyarse en el PP. Una vía muerta habiendo expulsado a Mariano Rajoy de Moncloa vía moción de censura. Si rompes un puente no puedes pasar a la otra orilla, sería el resumen. Incluso aunque Casado quisiera pactar con los socialistas no podría hacerlo por la contestación interna que recibiría.

Así es como concluyen los diputados críticos con Sánchez que «no hay salida, tiene que convocar elecciones». Según estas mismas fuentes, personas del entorno del presidente le están dando ya el mismo consejo. «Pedro, esto se acabó» han trasladado al líder en los últimos días. Sin embargo, esta tesis no es unánime en el círculo del presidente. Los diputados más próximos a Sánchez consideran que la petición de elecciones de los críticos responde únicamente al deseo de éstos de volver a controlar el partido, sabiendo que el presidente podría perder el poder a manos de la suma del centro-derecha.

No en vano, la abrumadora victoria de Sánchez en las últimas primarias le permitió barrer de cargo a cualquier opositor y establecer una ejecutiva formada únicamente por fieles en la que el sector crítico con el sanchismo carece de representación alguna. «¿Cómo vamos a ir a elecciones cuando Vox está en pleno ascenso y no tenemos aún resultados para echarle el freno?», argumentan, en alusión a la falta de respuesta de la Generalitat a los gestos de pacificación realizados por Sánchez.

Seguirá gobernando

No parece que la convocatoria de comicios entre ahora en el plan del jefe del Ejecutivo y de ahí la inquietud creciente en la bancada socialista. El pasado miércoles en el Pleno, Sánchez dejó ver su intención de seguir gobernando porque, a su juicio, queda mucho por hacer. Y esta misma idea es la que varios de sus ministros dicen que les está trasladando. Sánchez también compartió esta semana su intención de continuar ocupando el sillón de Moncloa con los secretarios regionales del PSOE a los que citó el pasado miércoles para abordar la estrategia electoral ante los comicios de mayo.

El presidente cuenta a su favor con el pavor que la convocatoria de unas elecciones generales despierta entre los partidos independentistas una vez comprobada la movilización de la derecha y la posible entrada de Vox y sus aires recentralizadores en el Congreso. «Estamos deseando poder aprobar los Presupuestos», admitía esta semana a puerta cerrada un dirigente independentista en Madrid. Si Sánchez y Torra acuerdan reunirse el 21 de diciembre en Barcelona, con toda seguridad el presidente socialista intentará allanar el camino para la aprobación de las nuevas cuentas y conseguir así carta blanca para seguir gobernando hasta 2020.

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