Once detenidos ya por el robo de armas, que no han aparecido

Tras esas detenciones los investigadores capturaron ayer a otras seis personas en la barriada de Las Cañadas-Moreras, en Badajoz, relacionadas indirectamente con el asalto. Se trata de familiares y conocidos de los ladrones que estaban al tanto del golpe y prestaron cobertura a los cinco miembros de la banda, según fuentes del caso. En ese barrio se realizaron varios registros, en los que participaron un centenar de guardias civiles y perros especializados en la búsqueda de armas.

En el Gurugú, otra barriada de la capital, también se llevaron a cabo registros, que de momento no han dado resultados positivos tal y como se intuía . «Después de un golpe tan audaz es lógico que se hayan preocupado mucho por ocultar bien una mercancía que les quema entre las manos», explican las fuentes consultadas. No obstante, las pesquisas apuntan a que las armas, valoradas en más de 30.000 euros, no han salido de la provincia, sino que «duermen» en algún escondite desde marzo de 2011.

El gran despliegue policial incluyó la presencia de un helicóptero que sobrevoló dos fincas propiedad de los detenidos , una de ellas pegada a la base militar Menacho en Bótoa, a través de la cual accedieron al recinto.

Los agentes, que siguen interrogando a los detenidos en la Comandancia de Badajoz, están convencidos de que a la banda liderada por los Castellano podrán imputarles más de una treintena de robos con fuerza en sucursales bancarias y en otro tipo de establecimientos comerciales, así como numerosas sustracciones de coches, dado que solían utilizar vehículos robados para perpetrar sus delitos.