El contrato falso de Room Mate copió el código de una adjudicación real

También comparten igual objeto: «Puesta en marcha y funcionamiento de hoteles como espacios de uso residencial de personas mayores», dentro del marco de las medidas para hacer frente a la crisis sanitaria por el coronavirus. Pero, aparte del adjudicatario, difieren en el importe de licitación y de adjudicación. El primero, atribuido al dueño de Room Mate, Kike Sarasola, se licita y adjudica por 500.174 euros. Y el que lo sustituye, a favor de Coordinadora del Tercer Sector, parte de 806.230 euros y se queda en 240.443.

Se puede «colgar» o «descolgar» un contrato en una web por error, el Gobierno central lo ha hecho, pero sustituirlo por otro con iguales códigos de identificación y distintos adjudicatarios e importes resulta sospechoso por imposible : Cada contrato tiene su número de expediente y de referencia. No pueden compartirlos.

Y si tienen igual identificación… uno es falso. No es una coma que salte. Demasiadas diferencias y similitudes para confundirse. Pagarse con dinero público un hotel tiene repercusión, pero manipular intencionadamente un contrato es falsedad en documento público .

La tesis del error asumida por una consejería que pilota Ciudadanos es extraña. ¿Cómo se equivocan de nombre e importe en una factura con DNI de otro expediente? ¿Por qué se afanan sus funcionarios en colgar el 12 de mayo, fuera de su jornada, un contrato para Room Mate cuando esa mañana ya lo ha desmentido el dueño del hotel? ¿Tienen prisa en cometer un error? ¿Alguien precisa ese error? ¿Nadie lo supervisa? ¿Nadie consulta?

Su «error» , aunque estuvo online apenas unos minutos, fue rentabilizado por una revista. Conocer la hora de publicación no basta para ubicar el contrato. ¿Cómo localizarlo entre miles? No viene a nombre de Room Mate, sino de «Rom Mate». Está mal escrito, así que para encontrarlo, hay que buscar Rom Mate, es decir, ir a tiro hecho . Y a la hora precisa, además, porque su publicación fue intermitente.

La cronología del caso arranca la víspera:

- 11-M, 20.57 horas: «Vanity Fair» publica el «Roomgate» sin documentos.

- 12-M, 9.59 horas: esa misma revista publica un amable perfil del vicepresidente y líder de Ciudadanos en Madri d. «El lado más personal de Ignacio Aguado: estudió tres carreras a la vez y está casado con una periodista de moda». Ambos trabajos se solapan. Uno erosiona a la presidenta de Madrid, otro ensalza al vicepresidente.

- 12-M, 16.45 horas: la revista publica un desmentido de Kike Sarasola. «La presidenta pagará personalmente el apartamento». Empate de versiones. La revista precisa documentar su acusación.

Varias funcionarias ya manipulan fuera de jornada el contrato «fake». Se modifica y publica en diversas franjas horarias desde las 15 horas .

- 12-M 19.38 horas: la autora del escándalo alerta en redes de que se ha cambiado el contrato de Room Mate por otro. Regala así su primicia. Pero ya tiene documento de su acusación. Lo publica a las 23.30 horas.

Ese 12 de mayo, la revista, junto al «roomgate», reserva la miel para el vicepresidente: «En los últimos días, su nombre ha estado en boca de todos. Ignacio Aguado (37) (...) ha pedido por activa y por pasiva que Madrid pase a la Fase 1 en la desescalada por la crisis sanitaria del Covid-19. “Cada semana que dejemos pasar, es un jarro de agua fría para la Comunidad”, decía Aguado. Su presencia en los medios se ha hecho mucho más activa desde el inicio del estado de alarma y algunos han descubierto en estas semanas al político de Ciudadanos, que lleva militando en las filas del partido naranja desde 2013».

La revista sí había descubierto a Aguado . Lo entrevistó en febrero de 2019 (Aguado: «Nos habría gustado ver a Casado en la comisión de investigación de las universidades»); en enero de 2019 (Aguado: «Ciudadanos en Madrid empezó sin sede, en un Vips, Y ahora aspiramos a ganar»); en noviembre de 2019 («¿Un rival para Arrimadas? El retrato más íntimo de Ignacio Aguado: amigos del colegio y su antiguo jefe lo definen»). Y en marzo de 2019 protagonizaba un desayuno informativo de la revista .

El semblante no incluye la opinión de Aguado sobre la bomba contra su jefa, aunque se publica 12 horas después de destapar el caso. «Durante este confinamiento, Aguado ha demostrado en su perfil de Instagram que es un gran aficionado a la cocina y le hemos visto preparar varios platos de cuchara, como una deliciosa fabada. Aunque reconoce que no tiene demasiado tiempo para ir al cine (por eso es gran aficionado a las series españolas como Velvet), recuerda con nostalgia que de pequeño veía Los Pitufos y David El Gnomo, leía las historias de El Barco de Vapor y que le impactó cuando en el colegio les pusieron Carros de Fuego. (…) Su etapa adolescente estuvo marcada por Top Gun, protagonizada por Tom Cruise, y por Dirty Dancing».

Y retrata su ambición. «Cuando sus amigos decían que de mayores querían ser futbolistas, él contestaba que su sueño era llegar a ser Presidente del Gobierno (…) Dicen que tenía una gran capacidad de esfuerzo y que por eso logró hacer tres carreras al mismo tiempo».

La revista ha publicado 10 artículos sobre Díaz Ayuso. Cinco sobre el escándalo . Y otros cinco previos (ninguna entrevista): uno neutro (acto con los Reyes) y otros cuatro críticos : «Breve diccionario para comprender la operación Púnica»; «Un torero, una estrella de la televisión... quién es quién en los polémicos fichajes de Isabel Díaz Ayuso»; «La sombra de Esperanza Aguirre: Ayuso y Almeida, ¿Quién es su heredero en la gestión de la crisis?» (destapa que llevaba la cuenta del perro de Aguirre); «Los niños están jartos»; y «De polémica en polémica, Isabel Díaz Ayuso expone lo bueno y lo malo del político campechano; ¿Refuerza a su parroquia o banaliza las instituciones?».

Sólo existe un contrato firmado con la empresa Room Mate en la base documental de la Comunidad de Madrid. Lo adjudicó el Gobierno presidido por Ángel Garrido, entonces del PP y hoy de Ciudadanos , el 30 de diciembre de 2018 para «gastos alojamiento del director artístico Festival de Otoño 2018». No consta razón de tal necesidad. El coste fue 295,3 euros por tres días. La hoy presidenta, Isabel Díaz Ayuso, asegura que su suite costará de su bolsillo 80 euros al día. En abril, Reyero acordó que Room Mate no cobraría por los hoteles que cedía para ancianos. Su consejería sólo debía aportar y pagar la limpieza y servicio de habitaciones y la seguridad de los accesos, y no el hotel.