Bertone presenta una enmienda a la totalidad a la política social de Zapatero

El secretario de Estado vaticano reiteró los mensajes de la Conferencia Episcopal atacados por el Gobierno

Bertone presenta una enmienda a la totalidad a la política social de Zapatero

Una especie de enmienda a la totalidad a todo el programa social del Gobierno socialista resultó ayer la conferencia pronunciada por el secretario de Estado del Vaticano, Tarcisio Bertone, en la sede de la Conferencia Episcopal Española, antes de finalizar su visita de dos días ... a España. Ni una sola de las iniciativas que planea el jefe del Ejecutivo, José Luis Rodríguez Zapatero, para esta legislatura escapó a la magistral reflexión del número dos del Vaticano, un día después de mantener sendos y cordiales encuentros con el presidente del Gobierno y la vicepresidenta María Teresa Fernández de la Vega.

Ante el ministro de Justicia, Mariano Fernández Bermejo; el director general de Relaciones con las Confesiones, José María Contreras, y una numerosísima representación de la vida política, social, eclesial y cultural de nuestro país, el «jefe del Gobierno» vaticano defendió la familia fundada en el matrimonio entre un hombre y una mujer; el derecho a la vida, a la educación de los hijos según las convicciones religiosas de sus padres, y a la libertad religiosa, que conlleva indefectiblemente la manifestación libre y pública de la fe y de los principios morales por parte de la Iglesia católica y de los ciudadanos. Es decir, los mismos mensajes ya lanzados por la Conferencia Episcopal española, que ha sufrido durísimos ataques por parte del Ejecutivo por esta causa.

Bajo el título «Los Derechos Humanos en el Magisterio de Benedicto XVI», con motivo del 60º aniversario de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, Bertone advirtió sobre el avance de un proceso «continuo y radical» que busca «redefinir» los derechos fundamentales del ser humano en cuestiones relativas a «la familia, los derechos del niño y de la mujer». Un proyecto que, según afirmó el cardenal en una rueda de prensa posterior, también está presente en España.

Dijo que la Iglesia «se ha tomado muy en serio la cuestión de los Derechos Humanos» ante una «concepción relativista» según la cual «el sentido y la interpretación de estos derechos varían, negando su universalidad, en nombre de los contextos culturales, políticos y sociales». «Ninguna minoría ni mayoría política -advirtió- puede cambiar los derechos de quienes son más vulnerables en la sociedad».

En ese repaso a la situación actual de los Derechos Humanos, el cardenal se refirió en primer lugar al aborto, uno de los asuntos que más discrepancias produce entre el Gobierno y la Iglesia católica. «No podemos caer en el engaño de pensar -señaló- que se puede disponer de la vida hasta legitimar su interrupción, enmarcándola quizá con un velo de piedad humana. Por tanto, es necesario defenderla, tutelarla y valorarla en su carácter único e irrepetible».

El propio cardenal, quien se mostró muy prudente a la hora de revelar detalles sobre las conversaciones mantenidas estos días con las principales autoridades españolas, no dudó, sin embargo, en explicitar durante la rueda de prensa que había trasladado al presidente del Gobierno «la necesidad de restringir y no de ampliar las posibilidades del aborto».

La educación fue otro de los temas que centraron el discurso de Bertone ante más de 250 personalidades, 60 obispos y un centenar de periodistas españoles y de medios extranjeros. El espaldarazo que ha supuesto para el Gobierno el reciente fallo del Tribunal Supremo contra la objeción de conciencia a la asignatura de Educación para la Ciudadanía no fue óbice para que el cardenal advirtiera -tal como han venido haciendo los prelados españoles- que son «los padres a quienes compete por derecho natural la primera tarea educativa, y a los que se debe respetar el derecho a elegir la educación para sus hijos acorde con sus ideas y, en especial, según sus convicciones religiosas».

El número dos del Vaticano fue más allá y también recordó la obligación del Estado de «apoyar con adecuadas políticas sociales y medidas legislativas» -en una clara crítica al matrimonio homosexual y el divorcio «exprés»- «todo lo que promueve la estabilidad y la unidad del matrimonio», ya que, según recordó, «desde su concepción los hijos tienen el derecho de poder contar con el padre y con la madre».

No habrá equiparación

Ante la reforma de la Ley de Libertad Religiosa, anunciada por el Gobierno para esta legislatura, Bertone fue muy claro en su exposición en la que reivindicó sobre todo tres cuestiones: una sana laicidad, el derecho a la manifestación pública de la fe y de los problemas morales frente a un laicismo que pretende relegarlos a lo estrictamente privado y un marco legislativo que tenga en cuenta el arraigo cultural e histórico de la Iglesia católica con respecto al resto de las confesiones religiosas.

Sobre este último punto, Bertone explicó que el presidente de Gobierno se ha comprometido a tener en cuenta «en su planteamiento legal» no sólo «el distinto arraigo histórico, cultural y artístico de cada una de las religiones» presentes en España sino también «los Acuerdos entre la Santa Sede y el Estado».

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