Francisco Javier, el detenido por el crimen de un niño en La Rioja, ya agredió sexualmente a una menor de 13 años en 1989

Fue el 5 de octubre de 1989 cuando Almeida, aún sin antecedentes penales, interceptó a la menor en la calle y le contó que su madre (la de la niña) estaba enferma y que tenía que volver rápidamente a su piso.

Esta accedió y se dirigió a su domicilio. Cuando la menor llegó a su planta, Almeida ya estaba en la puerta de la casa de la niña y le dijo que su madre no estaba allí, sino en el quinto piso (donde vivía el agresor). Los dos subieron y es ahí cuando el agresor, mientras le profería insultos y palabras obscenas, ató a la menor en un silla, rodeó su cuello con una cuerda dándole vueltas hasta que esta perdió el conocimiento.

La sentencia, según cuenta el 'Diario de La Rioja' relata cómo el agresor desató a la niña y le abrió la puerta para que se fuera. Después de esto, la menor avisó a la Policía. Por ello fue condenado un año después a siete años de prisión por un delito de agresión sexual. Además, fue castigado con el pago de una indemnización de medio millón de pesetas por lesiones y daños morales.

Según el tribunal, el agresor era conciente de sus actos y actuó con voluntariedad, aunque con posterioridad a su ejecución sufriera una situación de estado de amnesia, como consecuencia de crisis de ausencia de memoria, que no supuso alteraciones en la percepción.

Tras salir de prisión, en 1998 agredió y asesinó a otra mujer en el conocido como 'crimen de la inmobiliaria'.