Un explosivo de «gran potencia» mata a dos militares españoles en Afganistán

Según ha explicado Chacón, a las 8.30 de esta mañana (hora peninsular) un convoy compuesto por siete vehículos blindados, tres de tipo «Lince» y cuatro RG31 partió de la base de Qala-i-Nawa a primera hora en una misión de reconocimiento. Sobre las 9.45 se hallaban a 20 kilómetros de la base cuando el primer vehículo de la columna en el que viajaban cinco militares activó a su paso un artefacto explosivo improvisado IED colocado por los insurgentes en la carretera.

La bomba afectó a la parte derecha del vehículo, precisamente el lugar que ocupaban Manuel Argudin, que viajaba en el puesto de copiloto, y Niyireth Pineda, que iba en el asiento trasero. Los dos fallecieron en el acto. El resto de los pasajeros resultaron heridos, pero, por fortuna, «no se teme por su vida». El soldado Roi Villa Souto sufre heridas en su pierna derecha y sus compañeros Rubén Velázquez Herrera y Jhony Alirio Herrera Trejos , diversas contusiones y fracturas, respectivamente. Los heridos fueron trasladados en helicóptero al hospital Role 2 de Bala Murghab, mientras que los cadáveres fueron evacuados también por al aire al hospital Role 1.

«La carga era muy elevada, semejante o mayor» a la usada en el ataque del pasado 18 de junio , cuando cuatro militares y el intérprete que los acompañaba resultaron heridos tras estallar un artefacto explosivo al paso de un blindado «Lince». El teniente A.G.B., los soldados J.G.L., A.Q.S. e I.M.I. y un intérprete civil resultaron heridos a consecuencia de la explosión. «Entonces, eran 20 kilos de explosivo y era la más potente hasta la fecha», ha señalado la ministra. A su juicio, el nuevo atentado «vuelve a poner en evidencia que ésta es la misión más dura, la más compleja y la más arriesgada de las que han realizado las Fuerzas Armadas en las últimas décadas ». Ha insistido: «Esta es la época más dura y arriesgada» para las tropas.

Niyireth Pineda es la segunda mujer militar muerta en una misión en el extranjero después de que la explosión de una mina al paso de un convoy español matara en febrero de 2007 a la soldado Idoia Rodríguez Buján cerca de Shindand, en la provincia de Herat.

El ataque ha despertado múltiples reacciones de repulsa. El PSOE ha expresado su «más sentido pésame» a los familiares de los dos militares españoles fallecidos en el atentado, que ha tachado de «despreciable». En la misma línea, el PP ha lamentado lo ocurrido, al tiempo que ha expresado su «admiración, respeto y agradecimiento» por la tarea que las tropas españolas están llevando a cabo en ese país. Mariano Rajoy ha enviado un telegrama a Chacón donde expresa sus condolencias a las familias de las víctimas. El diputado de IU, Gaspar Llamazares, ha defendido que las tropas españolas se retiren de forma inmediata de Afganistán ante la «sangría insoportable» de víctimas.

Por su parte, las autoridades de la provincia afgana de Badghis han lamentado «profundamente la muerte de los soldados españoles» y la atribuyen a un foco insurgente que ha burlado las operaciones militares aliadas en la zona . «Los talibanes están matando a personas que, como los soldados españoles, vienen a ayudar a nuestro pueblo» declaró el vicegobernador provincial, Abdul Ghani Saber.