El «no» a la Generalitat, en diez frases: «Creo en Cataluña más que ustedes»

2. A menos que medie una modificación de la Constitución Española de 1978 (para lo que ha retado al «molt honorable» president a hacerlo si se atreve), el presidente Rajoy ha increpado a la delegación de enviados especiales de Cataluña que han desembarcado en el Congreso este martes 8 de abril que «quien rompe España es quien no respeta el derecho a decidir». Así que les ha pedido que no sigan abogando por posturas disruptivas en torno al Estado, cuando el proyecto de fractura es el que se plantea con la consulta del próximo 9 de noviembre, convocada de forma unidireccional por el Govern de Artur Mas y sus socios de alianza, ERC e ICV.

3. Contra el argumentario de que no se quiere a los catalanes, Rajoy ha recriminado: «No digan que no se les escucha ni se les entiende; les escucha todo el mundo, incluyendo los empresarios que advierten de las consecuencias de la separación de Cataluña del resto de España». Y el presidente ha esbozado que nadie puede apropiarse de la autonomía a la que pertenece y determinar su horizonte: «Ningún español es propietario de la provincia que ocupa». Y en un alarde sentimental, ha dicho: «Permítanme la vanidad, creo en Cataluña más que ustedes . Amo a Cataluña como a las demás Comunidades, como algo propio, valoro su diversidad, su lengua, su cultura propia , el espíritu emprendedor, el amor al trabajo y la faena bien hecha (se ha arrancado con las últimas palabras Rajoy en un frágil catalán)».

4. El presidente del Gobierno ha espetado, en su cuerpo a cuerpo dialéctico, a los partidarios de la secesión: «No concibo a Cataluña fuera de España ni una España sin Cataluña, ni una Cataluña fuera de Europa». «No hay democracia sin ley, y aunque tomásemos 500 cafés el señor Mas y yo, nos faltaría la potestad que la Constitución nos niega» solamente reservada a la soberanía nacional. «No me pidan que me salte la soberanía nacional», ha remachado despertando la ovación del hemiciclo.

5. Rajoy ha recordado que en 1978 una marea superior al promedio de otras regiones, compuesta por más de un 90% de catalanes, refrendó la Carta Magna que se dieron todos los ciudadanos para su perfecto encaje en el marco estatal. «La Constitución fue la más libre y genuina autodeterminación de Cataluña», ha contrastado el mandatario del país. Y ese texto constitucional no se percibió en ningún momento, como tratan de dibujarlo ahora, como «una mordaza». «No fue un grillete, sino una salvaguarda» para Cataluña, ha contrapuesto.

6. Su antagonista político, Rubalcaba, también ha señalado que «España sin Cataluña sería otra cosa, España no es» y ha comenzado por reprochar que en las filas socialistas «no gustan los procesos que obligan a elegir entre catalán o español».

7. Cada uno juega el derecho a decidir a su manera. Los independentistas, para obtener la separación; mientras que desde el PSOE y el PSC «se quiere y se defiende el derecho de voto», ha pronunciado el político de Solares. «Ustedes quieren votar para irse, y nosotros, hacer una reforma constitucional para seguir juntos», ha ilsutrado el líder del PSOE. Rubalcaba propone jugar con las reglas de todos y abrir paso a un «proceso democrático, dialogado, participativo, transparente y legal» (calificativos copiados que extrae de la resolución adoptada sobre el derecho a decidir en enero de 2013 en el Parlamento catalán).

«No nos gustan los procesos que hacen elegir entre sentirse catalán y español»8.El jefe de la oposición ha adelantado que sus diputados votarán no a la propuesta del Parlamento catalán de celebrar un referendo popular porque es una decisión que afecta a todos los ciudadanos: «Vamos a votar que no porque ustedes piden que el Estado transfiera una competencia que no tiene, nadie puede convocar un referéndum autonómico sobre un tema que afecta y es del interés del conjunto de todos los españoles, de acuerdo a la Constitución».

9. Rubalcaba, que se ha descrito como socialista y no nacionalista, ha abierto también la puerta a una negociación sobre las normas que regulan el marco de convivencia y una modificación constitucional, que no quebrante la ley. Ha reivindicado que su grupo está formado también por diputados del PSC, que defienden un modelo de España en el que pueden estar cómodos todos con la identidad que sientan como natural y propia.

10. El PSOE aboga pues por abordar una reforma de la Constitución que «actualice el pacto constituyente» y que «recoja las aspiraciones y singularidades» de Cataluña. Sería esta vía la solución a los graves problemasde cohabitación de catalanes y españoles bajo el marco estatal que -ha diagnosticado- están atravesando en la actualidad España y Cataluña. Rubalcaba ha aseverado estar totalmente «en desacuerdo con la independencia» y ha defendido la necesidad de «seguir viviendo juntos» en el debate de esta tarde en el pleno del Congreso, que atañe a la «toma en consideración de la proposición de ley del Parlamento de Cataluña que pide la cesión de competencias para convocar la consulta soberanista del 9 de noviembre».