La agenda de Pablo Crespo

El informe revela el papel «directivo» de Crespo en el diseño estructuras societarias en el exterior, la compraventa de embarcaciones y adquisiciones de vehículos y a la planificación y programación de operaciones de inversión, bien inmobiliarias, bien de inversión.

Los autores del informe también han detectado que Crespo se encargaba de dar directrices e indicaciones a los empleados y también dirigía las inversiones en espectáculos públicos, la relación con personas con responsabilidades en los órganos de gobierno de las distintas administraciones y empresas públicas, así como a la elaboración de facturación falsa.

«Pablo Crespo es quien decide la liquidación de las sociedades, la ampliación de capital, la creación de nuevas estructuras, etc, informando de todo ello al verdadero beneficiario de las sociedades, Francisco Correa ».

Según el informe que analiza el contenido del «pendrive» intervenido a un empelado de la trama, «Pablo Crespo ejerce un papel determinante en la gestión económica del grupo FCS (siglas de Francisco Correa Sánchez) siendo quien supervisa, pacta, solicita los abonos de facturas y mantiene conversaciones con los cargos de la formación política que gestionaban esta esfera».

Así, entre las tareas de Crespo estaba la de reclamar al PP el pago de distintas facturas atrasadas, correspondientes a la organización de actos en distintas campañas electorales . La mano derecha de Correa enviaba cartas a distintos cargos del partido, incluido Luis Bárcenas, primero gernete y luego tesorero del PP. Esas misivas incluían «hojas de costes o bien relaciones entre facturas con los actos de dicha campaña electoral».

Entre la abundante documentación que contenía el pendrive también aparecen archivos relativos a la sociedad patrimonial de Pablo Crespo, Cresva SL, que, según la Udef, servía al número dos de la trama para para «canalizar el pago de comisiones por la realización de negocios ilícitos».

Crespo acumuló un ingente patrimonio, que se componía de inmuebles en Madrid, Marbella y Galicia. Cresva S.L. también le sirvió para la adquisición de tres embarcaciones de recreo, entre las que que destaca «Aguillón», comprado en enero de 2000 por un precio de 4,6 millones de pesetas. Lo vendió un año después para comprarse el «Aguillón II». La misma sociedad era titular de dos lujosos venículos: un Audi s4 y un Range Rover 3.0.