TRIBUNALES
Enseñar los pechos no provoca un desorden social grave «en estos tiempos»
El juez de Madrid que interrogó a las pro abortistas que irrumpieron en el Congreso reflexiona en su auto sobre las consecuencias de mostrar allí el «torso desnudo»
JUAN FERNÁNDEZ-MIRANDA
En los tiempos que corren, bien entrado ya el siglo XXI, que una mujer muestre sus pechos en público no es motivo para provocar un desorden social «grave».
Es uno de los argumentos esgrimidos por el titular del Juzgado número 6 de Madrid, Ramiro García ... de Dios Ferreiro, en el auto en el ordena que se ponga «inmediatamente» en libertad a las dos detenidas ayer por la mañana en el Congreso tras interrumpir la sesión de control al Gobierno.
El motivo por el que el juez hace esta explicación tiene que ver con la apreciación delictiva de los hechos cometidos por las activistas: si se trata de una perturbación que no es grave, la pena es una multa de 6 a 12 meses. En cambio, si el trastorno causado sí es grave, la pena que se debe imponer no es una multa, sino de 6 a 12 meses de prisión.
«En la realidad social del tiempo actual», dice el juez, «no parece razonable reconducir la protesta desnudándose el torso a un episodio capaz de producir subjetivamente una perturbación grave del orden».
«Vamos a ir más lejos»
Entre aplausos y con los brazos en alto, la ucraniana Inna Shevchenko y la francesa Pauline Hillier abandonaron ayer pasadas las ocho y media de la tarde los juzgados de plaza de Castilla tras prestar declaración durante tres horas.
Pese a que la policía les atribuye un delito de alteración de orden público en el Congreso, el juez considera en el auto de puesta en libertad que «harto difícil resultaría sostener que se estuviese en presencia de delito grave o pena grave».
Las activistas fueron recibidas por el colectivo de Femen en España, encabezado por su presidenta, Lara Alcázar, quien había sido puesta en libertad unas horas antes tras prestar declaración ante la Policía.
Con el grito de fondo de «libertad, libertad» las activistas posaron antes los medios de nuevo con el torso desnudo donde se leía el mismo eslogan que han exhibido esta mañana en el hemiciclo: «aborto es sagrado».
En declaraciones a los medios, Alcázar destacó que su acción en el Congreso estaba encaminada a dar voz a la reforma de la ley del aborto «para abrir el debate de una cuestión sobre la que únicamente deben decidir las mujeres». «Vamos a ir más lejos», concluyó.
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