caso ere
La juez Alaya, en el punto de mira del PSOE
El Gobierno exige a los socialistas más respeto a las decisiones judiciales
m.c
Ante el cariz que está tomando el caso de los ERE fraudulentos en Andalucía, con la exministra Magdalena Álvarez imputada y el anuncio de retirada política de José Antonio Griñán, el PSOE ha optado por pasar al ataque contra la juez instructora Mercedes ... Alaya, en un intento de deslegitimar todo el proceso de raíz. Así, el secretario general de los socialistas, Alfredo Pérez Rubalcaba, se lanzó ayer contra la juez y aseguró que su último auto carece «de todo fundamento jurídico», mientras que desde el Gobierno de Mariano Rajoy se pedía al principio partido de la oposición respeto a las decisiones judiciales.
En apenas dos días se ha visto el contraste de las reacciones del Gobierno y el PSOE ante escándalos de corrupción. El miércoles, en Berlín, se preguntó al presidente Rajoy su valoración sobre la imputación de Magdalena Álvarez y también por el caso Bárcenas. El jefe del Ejecutivo se limitó a expresar su respeto a todas las decisiones judiciales , tanto en lo que incumbe al caso ERE como a lo que afecta al extesorero del PP .
Ayer, en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, garantizó que el Ejecutivo de la Nación no interferirá en las decisiones judiciales, volvió a expresar el máximo respeto a esas resoluciones e invitó a todos los partidos políticos «a hacer lo mismo».
El PSOE, sin embargo, ha seguido una línea bien diferente. Rubalcaba aseguró que él respeta siempre las decisiones judiciales, como el auto de imputación de una veintena de cargos de la Junta, entre los que se encuentra Álvarez. Pero ve compatible ese «respeto» con sus críticas al mismo auto porque carece de fundamentos jurídicos, y porque «va a acabar en nada, y nada es nada». «Confío que la Justicia acabe diciendo que no hay nada porque no hay nada», aseveró Rubalcaba con cierta seguridad.
Griñán, contra las cuerdas
Lo cierto es que el caso de los ERE ha ido acorralando poco a poco al Gobierno presidido por José Antonio Griñán, que ha optado por anunciar que abandona justo en este momento, cuando las imputaciones de la juez se han acercado a él al máximo . El nerviosismo en las filas socialistas se ha hecho evidente en los últimos días y su respuesta, al unísono y bien coordinada, ha sido el ataque a la juez.
El expresidente del Gobierno Felipe González ha mantenido la disciplina respecto a esa estrategia. Se mostró «absolutamente asombrado» por el hecho de que se realice una imputación (la de Álvarez) « sin mencionar ni un solo indicio de delito » y aseguró que pondría la mano en el fuego por la que fue ministra de Fomento de José Luis Rodríguez Zapatero y antes consejera andaluza de Hacienda.
González fue más allá en su defensa de Álvarez y, al mismo tiempo, la crítica a la juez Alaya, al asegurar que « Magdalena es de las responsables políticas más honradas » que ha conocido nunca en el mundo, e inmediatamente advirtió de que «no hay nada contra Griñán».
«Cierta cautela»
Mientras, la exministra socialista Trinidad Jiménez consideró que la imputación de Magdalena Álvarez en el caso ERE debía ser valorada con «cierta cautela», porque su partido no ve todavía «con claridad » cuál es el delito que se le imputa.
Desde el Partido Popular, el vicesecretario general de Estudios y Programas, Esteban González Pons, exigió a Rubalcaba que se disculpe por «atacar» a la juez Mercedes Alaya. González Pons cree que el líder de los socialistas «se ha equivocado de largo » al considerar que la imputación de políticos socialistas por parte de Alaya «carece de fundamento jurídico» y afirmó que el secretario general del PSOE se ha mostrado incapaz «de ver la viga en el ojo propio».
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