Manuel Pastrana carga contra ABC en la manifestación del 1 de Mayo

Lo más curioso es que la carga de Pastrana contra ABC se produjo al hilo de que, antes de arrancar la manifestación, un medio de comunicación le pidiera una valoración sobre el hecho de que éste fuera su último 1 de Mayo después de 15 años al frente de este sindicato en Andalucía. Entonces, sin venir a cuento, arremetió contra este periodico; eso sí, sin citarlo. Sostuvo que hay medios que, «al margen de la ética profesional», se dedican a «construir montajes» con la finalidad, a su juicio, de «deteriorar la imagen de las personas y organizaciones que le son molestas». Reiteró, como ya ha hecho en otras ocasiones, que los «montajes de determinados medios sobre mi conducta, actuaciones personales y las de mi organización» no tienen «absolutamente nada que ver con la realidad». Luego, se envolvió en la bandera de su sindicato. Defendió que lo publicado es una «falsedad absoluta» y una «infamia» con la que se pretende «atacarme a mí y a UGT».

Hay que recordar que el secretario general de UGT-A no negó en su día, como publicó ABC, que el sindicato adquiriera, por 228.384 euros, la casa donde Pastrana reside en Sevilla desde dos años después de acceder a su cargo. Eso sí, se justificó con que vive allí «temporalmente» por ser miembro de la Ejecutiva y tener su domicilio en Jaén. Respecto a los 423.000 euros cargados a tarjetas por su ejecutiva en 2010, señaló, tras las revelaciones de este periodico, que sólo él y el secretario de Administración de UGT tienen visas que utilizan «puntualmente». Pero hasta ahora no ha mostrado ningún documento al respecto.

En su discurso al acabar la manifestación, también tuvo alusiones despectivas de forma genérica a los medios de comunicación. Acusó a los «medios de la derecha» de realizar una «campaña sistemática culpabilizando a todo el mundo» para romper la credibilidad del ciudadano en el sistema democrático. A su juicio, de esa manera «sus amos ganan, pueden actuar como les dé la gana, y perdemos los trabajadores». Por último, con evidente mal gusto, comparó a la prensa con «perros». Acusó a la derecha de intentar que «seamos una especie de rebaño y llevarnos por donde quiera». «Que les baste el perro de turno para manejarnos a todos, el medio de comunicación de turno o el sargento de turno», concluyó.