Los retos energéticos tras Teresa Ribera: almacenamiento y desarrollo industrial

ABC ha tomado el pulso del sector energético español hablando con diversas fuentes y consultando a las principales organizaciones sectoriales que vigilan por los intereses de las empresas españolas. Para ello ponen sus deberes con indudables intereses cruzados.

Hay cuestiones que están bajo control, pero que suponen un efecto dominó en su ejecución. El sustituto de Ribera dejará morir la energía nuclear bajo el calendario previsto, pero eso genera un hueco eléctrico que ha supuesto el 20% de la demanda hasta el año pasado. Y con esa mayor necesidad de electricidad, todos miran al sector renovable y su despliegue. Ellos aceptan el reto —aunque recuerdan que sin menos burocracia todo avanzaría más rápido—. Pero quienes ponen los cables recuerdan que eso tiene un coste. Por su parte, un grueso importante del entramado energético advierte que no todo puede ser eléctrico y, por tanto, se necesita la entrada en escena de otras tecnologías. Y advierten, además, que para controlar los precios serán esenciales.

Un reto inminente será abordar la retribución de las redes eléctricas, y también las de gas. Desde el sector recuerdan que debe levantarse el límite a la inversión en distribución situado en el 0,13% del PIB y ha de mejorarse la remuneración desde el 5,58% actual para situarla en un entorno similar a otros países europeos, como Francia o Alemania.

Otra clave será fortalecer el papel de la industria como generadora de riqueza económica y estabilidad laboral. Para lograr atraer y mantener esas inversiones es necesario ofrecer predictibilidad y estabilidad tanto a nivel de seguridad de suministro como de precios energéticos. El sector en su conjunto asume que España debe ser una región que atraiga a la industria, y para ello deben darse todas las facilidades necesarias.

El ovillo que deberá desenredar el nuevo responsable energético tiene frentes muy diversos. Desde la patronal petrolera AOP estiman que «uno de los grandes y primeros retos del Ministerio es hacer frente al fraude en la distribución de carburantes. Es urgente que el nuevo ministro o ministra intensifique las labores de prevención, control y seguimiento de estas prácticas fraudulentas, así como que implemente nuevas medidas más contundentes y eficaces».

Como medida estructural, desde AOP creen que «es fundamental adoptar el principio de neutralidad tecnológica en la revisión de la regulación, además de considerar el papel necesario e imprescindible de los combustibles renovables en en el mix energético del futuro y en la transición energética de todos los modos de transporte y, especialmente, de los sectores difíciles de electrificar, como el del transporte pesado de mercancías y pasajeros, el aéreo y el marítimo».

La gran organización gasista, Sedigás, sitúa como una prioridad el desarrollo y despliegue de los gases renovables, especialmente el biometano y el hidrógeno renovable, los cuales son fundamentales para avanzar en la descarbonización de la economía española. Además, la patronal subraya «la necesidad de implementar mecanismos de capacidad que garanticen la viabilidad económica de los ciclos combinados».

Por último, Sedigás resalta «la importancia de una rápida adaptación y transposición de las nuevas directivas europeas, como la Directiva (UE) 2024/1788, que regula los mercados de gas natural, gases renovables y del hidrógeno, y la Directiva (UE) 2024/1275, sobre eficiencia energética de los edificios. Según la Asociación, la implementación pragmática y desde un enfoque de neutralidad tecnológica de estas normativas, adaptada a las características del mercado español, permitiría aprovechar al máximo la robusta infraestructura del país y avanzar en la descarbonización del consumo energético de los hogares».

Por su parte, Appa Renovables, recuerda que «algunos de los asuntos más urgentes tienen que ver con las desviaciones que estamos experimentando respecto a la senda marcada por el PNIEC. Mientras la fotovoltaica va por buen camino, el autoconsumo y la eólica han ralentizado su crecimiento respecto a la velocidad de instalación necesaria para alcanzar las metas a 2030».

Más allá de esto, estiman que «la demanda no se está comportando como se esperaba cuando se realizó el Pniec y el almacenamiento no tiene las señales regulatorias ni de precio necesarias para despegar. Estas dos circunstancias, están haciendo que se agrave el desequilibrio entre oferta y demanda, así como entre tecnologías. Sin un crecimiento de la demanda eléctrica similar al planificado, se producen vertidos, generación renovable que se desaprovecha; y si no contamos con almacenamiento, esto se agrava en las horas centrales del día, donde, sumado al desequilibro que hay entre la instalación de fotovoltaica y el resto de tecnologías, hace que aumente el apuntamiento, por la reducción de los precios eléctricos cuando la fotovoltaica funciona a plena potencia».

Desde la gran patronal fotovoltaica, Unef, asumen que «el almacenamiento sería uno de los grandes retos del sector, dado que se debe incluir una solución de almacenamiento para una planta fotovoltaica. Esto es algo ya tan fundamental como los mismos paneles».

Si bien la mayor parte de las comunidades autónomas están viendo la energía solar como una oportunidad para su territorio, la asociación advierte de que estos avances positivos que se llevan a cabo en la mayor parte de los territorios contrastan con las barreras que se están observando en algunas regiones. «Mientras que en general existe un alineamiento positivo entre el gobierno central y las comunidades para avanzar en la descarbonización, nos preocupan acciones como los impuestos retroactivos en Aragón, la moratoria injustificada en La Rioja, las barreras al almacenamiento en Asturias o las restricciones a la libre empresa en Canarias».

En el segmento solar, en Protermosolar solicitan al nuevo responsable de la política energética que «se sitúe como una prioridad la revisión y actualización del actual marco retributivo para las energías renovables sujetas al régimen retributivo específico. También es importante tener en cuenta que estamos ante un mercado eléctrico en constante cambio y evolución donde surgen nuevos retos a los que debemos adaptarnos y que, por tanto, requiere de un sistema que se revise con mayor periodicidad que el actual, por lo menos anualmente, para no penalizar a las instalaciones renovables sujetas al régimen retributivo especifico».

Desde la gran organización eólica, AEE, estiman que «se necesita continuidad y profundidad técnica en las decisiones de política energética. La nueva regulación cada día es más sofisticada. Los grandes vectores de avance y la regulación en Europa están ya aprobados. Ahora falta aplicarlos en los países y en España hay que trasponer varias de esas obligaciones: seguir avanzando en el sistema integral de 'permitting', acelerar los plazos para la eólica, implementar medidas claras para aumentar la electrificación».