El PP propone adaptar el Pacto Verde Europeo y el Plan Estratégico de la PAC al contexto de precios y sequía

A través de una proposición no de ley, los populares también instan al Gobierno a poner en marcha las infraestructuras e inversiones necesarias para amortiguar los efectos de la actual escasez de precipitaciones en cada cuenca hidrográfica. Desde los populares también han propuesto otras medidas como la puesta en marcha de la denominada doble tarifa eléctrica para los regantes.

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Esta disposición ya está incluida en la reforma de la Ley de la Cadena Alimentaria que entró en vigor a finales del año pasado y que también se incluyó en los Presupuestos de 2021 con seis meses para su desarrollo. Además de formar parte de la conocida como Ley de la Sequía (1/2018, de 6 de marzo). Durante el confinamiento, de forma transitoria, también se abrió la puerta a la modificación de la potencia contratada aunque la medida solo estuvo vigente entre marzo y junio de 2020.

El PP también ha puesto sobre la mesa la necesidad de que se apliquen las bonificaciones fiscales de hasta un 35% y un 15% en la factura del gasóleo y en la de plásticos y fertilizantes para los operadores del campo. Además de reducir los índices de rendimiento neto que se aplican en la estimación objetivo del IRPF para aquellas actividades agrícolas y ganaderas afectadas por los desequilibrios del mercado.

La portavoz popular en la Comisión de Agricultura del Congreso de los Diputados, Milagros Marcos, ha reconocido la compleja situación en la que se encuentran los productos españoles y lamentado que haya «una PAC con menos ayudas y más exigencias». La diputada ha señalado que ya se están cerrando explotaciones y sacrificando animales por unos costes de producción desorbitados. «28.000 vacas se han sacrificado en el último año, según el propio Ministerio de Agricultura», ha apuntado la parlamentaria quien critica que el Gobierno «no haya escuchado a nadie».

Marcos ha exigido que «en lugar de culpar a los agricultores de la sequía aproveche los fondos europeos para hacer infraestructuras de regulación que nos permitirían acumular el agua para cuando la necesitemos». En este sentido, ha avisado de que «sin agua no hay agricultura y ganadería». Algo que comprometería nuestra soberanía alimentaria.