La sequía obstruye el comercio fluvial y aboca a Alemania a una recesión más dura

Además de la inflación, las cadenas de suministro en crisis y el final de la época del dinero barato, «la sequía está causando problemas a la industria por los trastornos que ocasiona en el tráfico fluvial, las consecuencias pueden ser devastadoras», advierte Holger Lösch, subdirector general de la Federación de las Industrias Alemanas (BDI), que resume el estado de ánimo: «la situación era ya muy tensa y ahora ha empeorado». «El índice ZEW ya había caído fuertemente en julio y los costes adicionales del gas y la electricidad a partir de octubre están teniendo un impacto negativo muy significativo, particularmente en los sectores de la economía más relacionados con el consumo», explica el experto de ZEW Michael Schröder, que solo excluye de sus augurios a los bancos, aliviados por la rebaja de los tipos de interés decretada ya por el BCE y que tendrá secuelas en otoño. «El saldo de expectativas está en su nivel más bajo desde la crisis financiera de 2008», coincide Ulrich Wortberg, analista de Helaba, que añade los costes de la sequía a un saldo negativo ya ineludible.

El transporte fluvial alemán transportó alrededor de 195 millones de toneladas de mercancías en 2021, pero este año se limita a aproximadamente el 40% de esa cantidad, según estima Roberto Spranzi, CEO de la Cooperativa Alemana de Transporte de Navegación Interior (DTG). Ya en 2018, la sequía causó estragos en este sector, que se tradujeron en pérdida de crecimiento para el conjunto de la economía alemana. El tráfico fluvial en el Rin Medio y Superior, que representa el 49 % del rendimiento del transporte de contenedores del brazo fluvial Europeo, se restringió severamente a finales de ese otoño y tuvo como consecuencia la disrupción de las cadenas logísticas, no solo para el transporte de contenedores, sino también para productos químicos, derivados del petróleo, minerales de hierro y otras materias primas industriales, que a su vez causaron a una pérdida de unos 5.000 millones de euros para la producción industrial alemana en el segundo semestre de 2018. Otra consecuencia fue la fuerte subida de los precios del transporte, que se llegaron a multiplicar por cuatro en el Rin y en la zona FARAG (Vlissingen, Amberes, Róterdam, Ámsterdam y Gante).

En cuanto al transporte fluvial de viajeros, este verano muchos cruceros están siendo cancelados. Con una tasa de crecimiento anual del 14,6%, 1,64 millones de turistas recorrieron los ríos europeos el último verano entes de la pandemia. Casi el 38% de ellos eran estadounidenses y canadienses, aunque la mayor tasa de crecimiento, del 41%, se observó entre los turistas de Asia, Rusia y Escandinavia. «Todo eso está ya olvidado. Basilea está ahora a punto de quedar completamente aislada de Roterdam», dice el director gerente de la empresa de transporte ULTRA-BRAG, Thomas Knopf, «los barcos ya no pueden cargarse por completo, actualmente necesitamos cuatro o cinco veces más barcos para el mismo volumen de transporte porque el nivel del agua los llevaría a encallar«.

«Toda la navegación interior está operando con carga reducida», añade André Auderset, director de la Asociación para la Gestión Marítima y Portuaria, «el potencial de ingresos de las empresas es, por supuesto limitado e incluso hay operaciones que se detienen por completo. La sequía y sus consecuencias hacer que la recesión que enfrente Alemania sea diferente a la de otros países. Mientras otras economías se verán más lastradas en su sector manufacturero, en Alemania son el sector automotriz y el energético los que más sufrirán.«Diseñar estas cadenas de suministro de tal manera que las alternativas se establezcan rápidamente sin crear dependencias nuevas y fatales en mercados, proveedores o países individuales», aconseja Rainer Bizenberger, director general de AlixPartners, «hasta ahora, la selección de proveedores y nuestras propias ubicaciones se basaban en cuestiones como la calidad, los costes y la confiabilidad en la entrega. Ahora es necesario analizar aspectos geoestratégicos».