El pánico de la banca está en una fuga masiva de depósitos
La liquidez es donde ponen el foco tanto el sector como los bancos centrales
El BCE lanza un 'whatever it takes' para garantizar que ayudará a aguantar si hay retiradas de dinero
Los inversores pierden confianza en la banca ante el riesgo de otra gran crisis
Las claves de la crisis de Credit Suisse: mala gestión, condena por corrupción y rescate financiero
Las sedes de varios bancos en el distrito financiero de Londres
Ni estamos en una crisis financiera, ni se le parece. Lo que hay es una crisis de confianza de los inversores hacia la banca y un miedo palpable a que se den fugas de depósitos; en otras palabras, a que usted y millones como usted ... retiren su dinero del banco para meterlo bajo el colchón. Esta es una de las principales conclusiones a las que se ha llegado estos últimos días en el sector financiero, así como entre los analistas, que hacen extensivo el diagnóstico a los bancos centrales. El objetivo común, de financieros e instituciones públicas, es proteger a toda costa la liquidez.
Silicon Valley Bank (SVB) fue la introducción de la tormenta bancaria. Arrastró a Signature Bank y las autoridades estadounidenses salieron a garantizar el dinero de los depositantes. Después se produjo el derrumbe bursátil de Credit Suisse, ya en las entrañas de Europa, y las autoridades suizas le prometieron toda la liquidez que necesitara. Asimismo, UBS ha acordado adquirir a su rival suizo para evitar una crisis mayor, con el beneplácito de las autoridades suizas.
Así las cosas, ambos descalabros hundieron a los bancos del Viejo Continente en Bolsa, con desplomes de incluso el 12% en algunos casos. Bajo este escenario, el Banco Central Europeo (BCE) volvió a subir los tipos de interés en medio punto, como dijo en enero que haría, pero quiso echarle un capote también a las entidades financieras; soplar y sorber al mismo tiempo.
Defendió sus ratios de solvencia y liquidez, y dijo que, «si fuera necesario», le daría liquidez al sector. Esto se ha entendido en la banca como un 'whatever it takes', que diría el expresidente del BCE Mario Draghi, pero de liquidez para el sector. Los bancos centrales lo que no tienen en mente es rescatar a los accionistas; en esta crisis se da por descontado que si alguien tiene que perder, serán ellos y no los depositantes.
Crisis del banco suizo
UBS ha acordado adquirir Credit Suisse tras el caos de esta semana
El punto clave es la liquidez, que no es otra cosa que el dinero que tiene disponible un banco para hacer frente a su negocio. Es lo que más monitorizan las entidades estos días por el miedo a que, por cualquier circunstancia, se pueda producir una fuga de depósitos. «Y una fuga de depósitos es muy, muy difícil de aguantar. Da igual tus ratios si tienes a millones de clientes retirando su dinero», sostienen fuentes bancarias.
Fuentes próximas al BCE recuerdan que las ratios de solvencia y liquidez de los bancos son mucho mejores que en la crisis de 2008, pero que se vigila de cerca la liquidez. En la reunión de política monetaria del jueves, asimismo, se optó por mantener la subida de tipos de medio punto para no transmitir al mercado signos de debilidad o pánico, según fuentes conocedoras. No quedaba otra, pero también necesitaban trasladar que si alguien requería dinero, se le proporcionaría.
Ángel Berges, vicepresidente de Afi, sostiene que el principal mensaje que han comunicado los bancos centrales, en especial la Reserva Federal americana, es que «los depósitos no se tocan, la estabilidad financiera pasa por la inviolabilidad de los depósitos». Santiago Carbó, catedrático de Análisis Económico de la Universidad de Valencia y director de Estudios Financieros de Funcas, añade que «el foco está puesto en la liquidez porque se puede trasladar a un problema de solvencia si no se trata».
Este último se refiere a que si se produce una fuga de depósitos, se hace necesario acometer alguna venta y se empieza a 'comer' el capital, es decir, la solvencia de un banco. «Si no ayudas a la liquidez, tienes un problema de solvencia porque has de vender activos a pérdidas», afirma. Esto es precisamente lo que ocurrió con el SVB americano, que vendió una cartera de bonos de 21.000 millones de dólares a pérdidas porque esta valía menos por el efecto de las subidas de tipos de interés de la Reserva Federal.
No se ha planteado por los bancos centrales en ningún momento rescates a los accionistas
Las autoridades americanas llegaron tarde con el SVB... pero se espera que sea el único caso de reacción tardía. La Fed está comprometida a dar liquidez para que no haya problemas de solvencia, igual que la banca privada; de hecho, un grupo de once bancos han hecho depósitos masivos en First Republic Bank para evitar su caída por fuga de depósitos. El BCE está en lo mismo y el banco nacional suizo también.
Los analistas consultados coinciden en que los bancos centrales han hecho bien en poner el foco en la liquidez y reforzar públicamente su apoyo a los bancos. No se recapitalizan las entidades, pero el dinero fluirá si los depósitos se esfuman.
Estabilidad financiera
Así las cosas, Berges indica que «ha quedado claro que una cosa son caídas en Bolsa de los bancos y otra la estabilidad financiera. No deberían preocuparnos las caídas en Bolsa sino que haya estabilidad financiera». Y en todo esto tienen también que ver las subidas de tipos de referencia, que generan minusvalías latentes en los activos que tienen los bancos en cartera -bonos de deuda pública, por ejemplo-. Carbó, en este sentido, reconoce que quizás las economías y el sector no estaban preparados para incrementos tan rápidos del precio del dinero.
Sea como fuere, eso ya está hecho y no se puede dar marcha atrás de la noche a la mañana, y más aún cuando instituciones como el BCE dieron en enero la guía de que en marzo haría otra subida. El BCE ha estado atenazado por sus palabras de enero.
Asimismo, los bancos también quitan importancia a los desplomes en Bolsa de estas últimas jornadas, más aún viendo que varios de ellos siguen en positivo respecto a principios de año. Las entidades entienden que los mercados siempre se ponen en lo peor y que una caída en Bolsa lo que significa es que te valoran menos... aunque también se trata de un golpe a la confianza por parte de los inversores.
Esa pérdida de confianza es lo que más molesta al sector de las turbulencias bursátiles, pero en realidad lo que más temen es un castigo a su liquidez con fugas de depósitos. Con todo, los analistas también llaman a la calma en lo que respecto a la banca española porque si bien en 2008 las entidades españolas, que son mucho más comerciales, sufrieron más que las de centroeuropa ya que era una crisis que provocó mucha morosidad, ahora el problema es de confianza y miedo a los depósitos, y está castigando quizás más a entidades que se dedican a banca de inversión, corporativa...
Más allá de ello, en el sector financiero también sacan algunas conclusiones positivas. Ven un haz de luz en la oscuridad. Se refieren a que los bancos se están apoyando entre sí, como ha ocurrido en Estados Unidos con First Republic Bank. «Somos nosotros mismos los que mostramos confianza en el sistema. A nadie le interesa que quiebre nadie», concluyen fuentes del sector.
Aun así, matizan que ahora los inversores harán un escrutinio mucho más detallado de cada entidad. Porque no todos los bancos son iguales, ni en todos los países hay los mismos estándares de regulación, en referencia a que en Estados Unidos solo se supervisa de manera muy exhaustiva a los bancos que son gigantes.