¿Cómo pagamos la jubilación de los 'boomers'?
Sin relevo generacional que abone las pensiones, en Europa muchos gestores se hacen esta pregunta, con respuestas variadas: desde excéntricos planes como un trasvase de dinero de las altas a las bajas hasta la fórmula polaca para que el ciudadano acumule activos libres de impuestos hasta su retiro
Editorial: Jubilarse ya no es retirarse
Gonzalo Bernardos opina sobre la ayuda de Alemania a los jóvenes para completar sus pensiones: «Un gesto...»
Berlín
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesiónEl aura mística que rodea la edad de jubilación en la mentalidad europea se la debemos a Otto von Bismarck, que en 1889 introdujo el primer sistema público de pensiones en Alemania. Aunque nunca habló explícitamente de «solidaridad intergeneracional», su modelo ya implicaba ... que los trabajadores activos sostuvieran a los jubilados. Fue seguido en el siglo XX por todos los países vecinos y ha demostrado una gran solvencia, procurando una vejez con garantías a varias generaciones europeas. Instituciones como la Comisión Europea y la Organización Internacional del Trabajo (OIT) lo consideran «clave para la cohesión social».
La pensión media de jubilación alcanza los 1.508 euros y eleva el gasto a 13.638 millones
Xavier VilaltellaLos jubilados procedentes del Régimen General perciben 1.667,6 euros de media, y los autónomos, 1.010 euros
Los principios sobre los que se asienta, las ideas de justicia distributiva y responsabilidad colectiva, influenciadas por pensadores como John Rawls, que defendía que las sociedades deben proteger a sus miembros más vulnerables, han topado sin embargo con la generación del «baby boom», europeos que hoy tienen entre 60 y 80 años y que, algo que jamás habría imaginado Otto von Bismarck, dejaron de tener hijos. Sin relevo generacional en las contribuciones, la jubilación de los «baby boomers» está desencadenando en Europa una transformación profunda en los sistemas sociales, económicos y políticos, a medida que salen del mercado laboral en masa. El desafío estructural no tiene precedentes y excita la imaginación de los gestores, en busca de soluciones que no resulten electoralmente suicidas.
No salen las cuentas
De nuevo pionera, Alemania intenta poner el cascabel al gato de las pensiones. El canciller Friedrich Merz, no tiene reparos en reconocer que «no salen las cuentas». A a final de 2025 se habrán jubilado casi 20 millones de boomers alemanes, mientras que menos de 13 millones se habrán incorporado al mercado laboral.
El desafío estructural no tiene precedentes y excita la imaginación de los gestores, en busca de soluciones que no resulten electoralmente suicidas
El Subsidio federal a la caja de pensiones es ya de más de 100.000 millones de euros anuales, el 31,2% del PIB y una cuarta parte de los presupuestos generales. Merz se ha declarado a favor de iniciativas privadas de refuerzo de las pensiones como las que está legislando ya Polonia, que acaba de presentar la llamada «Osobiste Konto Inwestycyjne» (OKI), una cuenta de inversión personal que tiene como objetivo permitir a los ciudadanos acumular activos libres de impuestos para la jubilación, diseñada por el ministro de Finanzas polaco Andrzej Domański. La OKI permitirá invertir hasta 23.000 euros sin que se deba pagar el impuesto sobre las ganancias de capital desde a mediados de 2026 y es posible que esa cifra se vaya elevando en el futuro.
El 'plan de los diez euros al mes'
La versión alemana, el «Plan de Pensiones Anticipado», popularmente conocido como plan de los «diez euros al mes», significa que los niños de entre 6 y 18 años recibirían 10 euros mensuales del Estado desde el momento que entre en vigor, se espera que en 2026. Ese dinero será depositado en una cuenta de inversión, acumulando de pósitos de hasta 1.440 euros en 12 años y las ganancias generadas estarán exentas de impuestos hasta la fecha en que se pueda disponer de ese dinero, la edad de jubilación. A partir de la mayoría de edad, podrán añadir además fondos personales dentro de un límite anual todavía por definir. El coste para las arcas públicas será de 1.500 millones de euros anuales y el objetivo es «fomentar la educación financiera temprana y crear una base de ahorro que se capitalice durante más de 60 años» que permita a las nuevas generaciones complementar su pensión pública.
Otro producto de inversión ya disponible y muy popular entre los jóvenes trabajadores alemanes es la denominada Riester Rente, un plan de inversión subvencionado por el Estado que ofrece bonificaciones estatales y ventajas fiscales. También está el ETF-Sparplan (Plan de ahorros en fondos indexados), que permite invertir desde 25 euros mensuales con una alta rentabilidad a largo plazo y bajos costes.
Los autónomos y freelances cuentan con la alternativa y similar Rürup Rente. Todas estas opciones permiten al joven trabajador familiarizarse desde el principio con la cultura de la inversión, pero «el simple hecho de estar en contacto con decisiones de inversión no garantiza buenas decisiones y recibir dinero de forma pasiva no mejora automáticamente el conocimiento financiero», advierte Johannes Geyer, del Instituto Alemán de Investigación Económica (DIW) de Berlín, que apunta que estos productos financieros deberían ir al menos acompañados por una formación sobre economía financiera básica desde el colegio.
La edad de los 70 años ya no es un tabú
El canciller Merz: «No puede ir bien a largo plazo que solo trabajemos dos tercios de la vida adulta y un tercio estemos retirados. los que quieran y puedan deben trabajar»
Además está el reto de cómo sustituir a los boomers en el mercado laboral, por lo que la edad de jubilación de 70 años deja de ser un tabú. «No puede ir bien a largo plazo que solo trabajemos dos tercios de nuestra vida adulta y pasemos un tercio en la jubilación, aquellos que quieran y puedan deben trabajar más«, ha planteado Merz, que acaba de llegar a un acuerdo con sus socios de coalición, los socialdemócratas del SPD, para legislar la llamada Jubilación Activa.
Alemania permitirá en breve a sus jubilados seguir trabajando, mientras cobran la jubilación, con salario de hasta 2.000 exentos de impuestos como incentivo. Sólo se aplicará a los empleados, no a los autónomos, y sólo tras la edad legal de jubilación, no en prejubilaciones. Se espera que alrededor de 25.000 trabajadores cualificados aprovechen la oferta cada año.
De una y otra forma, ante las limitaciones de gobiernos altamente endeudados, se abren paso ideas que tienden a sustituir el principio de solidaridad intergeneracional por la novedosa «solidaridad intrageneracional». Marcel Fratzscher, presidente del DIW, exige una mayor participación de la generación del baby boom en los costes de sus propias pensiones, así como la salud y la asistencia.
«Los 'baby boomers' finalmente deben asumir la responsabilidad de sus actos», dice, y propone que las personas mayores y ricas participen más en la financiación de los sistemas sociales a través del 'Boomer-Soli', un trasvase de riqueza de las pensiones de jubilación más altas a las más bajas.
Otra de sus ideas, a cuál más polémica para los afectados, es que los jubilados estén obligados a realizar un año de servicio social obligatorio, similar al antiguo servicio militar, pero enfocado a tareas comunitarias y de acuerdo a la formación y estado físico de cada uno, como el cuidado de personas mayores o el trabajo de apoyo en instituciones públicas.
En busca de la respuesta sobre cómo pagar las pensiones de jubilación de los 'boomer', Países Bajos ha optado por vincular la edad de jubilación a la esperanza de vida, de forma que si esta última aumenta en tres años, se completan dos años adicionales de trabajo y el período de pensión se extiende por un año. La proporción de jubilados respecto a las personas empleadas se mantendría así estable en torno al 40% después de 2040, según calculan en Amsterdam.
Otros modelos
Austria, por su parte, está debatiendo desvincular las pensiones del índice de inflación, al menos dejarlas medio punto por debajo por el momento. Y el modelo que se abre paso a mejor ritmo y con menor nivel de protesta social es el nórdico, que combina pensiones públicas con sistemas de capitalización obligatoria, lo que reduce la presión sobre el Estado. En Suecia, solo el 52% de los ingresos de los mayores proviene ya de pensiones públicas.
La otra mitad se divide entre las contribuciones de las empresas y las personales, incentivadas fiscalmente. Islandia permite destinar parte de las cotizaciones a cuentas personales de ahorro. La gran excepción es Noruega, que invierte en bolsa las contribuciones para las pensiones y dispone del fondo soberano más grande del mundo. Invierte un 71% en renta variable, 26% en renta fija y 1,8% en inmuebles.
Está valorado en 1,914 billones de dólares que gestiona Norges Bank Investment Management y posee cerca del 1,5% de todas las acciones cotizadas del mundo. En 2022 sufrió pérdidas de 164.000 millones de euros, un 14,1%, pero ha logrado una rentabilidad promedio anual sostenida cercana al 6%, desde su creación en 1998 hasta la actualidad.
Límite de sesiones alcanzadas
- El acceso al contenido Premium está abierto por cortesía del establecimiento donde te encuentras, pero ahora mismo hay demasiados usuarios conectados a la vez. Por favor, inténtalo pasados unos minutos.
Has superado el límite de sesiones
- Sólo puedes tener tres sesiones iniciadas a la vez. Hemos cerrado la sesión más antigua para que sigas navegando sin límites en el resto.
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesiónEsta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete