Obama anuncia menos impuestos en un nuevo «ataque masivo» contra la crisis
El presidente de EE.UU. admite que la economía no arranca y proclama un nuevo paquete anti crisis
ANNA GRAU
Barack Obama compareció ayer en la rosaleda de la Casa Blanca para admitir que la economía de Estados Unidos va mal. Se sale de la crisis con más lentitud de lo esperado. Obama prometió «un ataque a gran escala» y tomar medidas como prolongar los ... recortes fiscales a la clase media que expiraban este año, algo a lo que inicialmente se había opuesto. También prometió recortes nuevos, que no concretó, redoblar la gran inversión pública y quitar presión fiscal a los pequeños negocios para que puedan dar más trabajo.
Obama admitió que son demasiados los estadounidenses que siguen en el paro. Los raquíticos indicios de recuperación —apenas un 1,6% de crecimiento económico el pasado semestre— inquietan a la Reserva Federal (la Fed) y al Gobierno. Muchos puestos de trabajo han sido destruidos por la crisis y no está claro cuándo ni si volverán a crearse. No sólo por la década de vacas flacas que naturalmente suele seguir a toda gran recesión, sino porque cierto tipo de mercado de trabajo se traslada de forma inexorable a los países emergentes. Para muchos trabajadores de «cuello azul» ahora mismo no hay esperanza ni respuesta.
«No hay varita mágica para arreglar los problemas», constató un presidente que llegó a serlo, en gran medida, explotando el descontento de los norteamericanos con la brutal recesión económica que se desató en el tramo final de la presidencia de George W. Bush. Aunque los demócratas colaboraron hombro con hombro con la Casa Blanca de entonces para lanzar un macro rescate público de las entidades financieras causantes de la crisis —Bush llegó a tener más apoyos para esto en el partido demócrata que en el propio—, simultáneamente lograron la proeza de presentarse como un equipo distinto con soluciones distintas.
Cerca de dos años después de la caída de Lehman Brothers la situación es la que es. Expertos como Nouriel Roubini, el primer economista de envergadura que predijo públicamente la actual recesión, advierten ahora del peligro de caer en una segunda antes de haber podido salir de la primera, como afirma en una entrevista con ABC que se publicará este domingo en el suplemento EMPRESA.
Obama hizo ayer suyo este temor de Roubini, pero sobre todo tiene interiorizado el miedo a una debacle demócrata en las elecciones de noviembre. Las últimas encuestas indican que un 56% de estadounidenses tendrán la economía como prioridad a la hora de decidir su voto; un 48% tendrán el desempleo, otro 48% el déficit y otro 48% el terrorismo.
En este contexto Obama acusó a la oposición republicana de obstrucción partidista y impedirle tomar medidas de desahogo, como una propuesta de ley para rebajar los impuestos a los pequeños negocios y ayudarlos a obtener crédito que, según él, no tendría ningún impacto en el déficit. «Secuestrar esta propuesta daña nuestra economía», aseveró.
La propuesta a la que se refiere Obama sigue bloqueada porque los republicanos temen que los demócratas les impidan introducir enmiendas, por ejemplo para oponerse a que el gobierno exija a los pequeños negocios rellenar un formulario fiscal por cada 600 dólares de gasto. Eso sería una pesadilla burocrática para los pequeños empresarios, apuntan.
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