El motor económico de China se para
Exportaciones e importaciones del gigante asiático caen de manera simultánea por primera vez desde el comienzo de la política de covid-cero
Cómo China frenó la inflación global y por qué dejará de hacerlo
Fábrica en China
No hay fin a la vista para la política de covid-cero que desde hace más de dos años y medio mantiene a China aislada del mundo y sometida al virus. Mientras tanto, hartazgo social y costes económicos se acumulan, formando una mezcla de evolución incierta ... . A diferencia del primer ingrediente, silenciado como corresponde a un régimen autoritario, el segundo sí resulta ponderable.
Las exportaciones e importaciones del gigante asiático entraron en territorio negativo durante el mes de octubre, según cifras divulgadas ayer por las autoridades aduaneras. Se trata de la primera caída simultánea desde mayo de 2020, cuando la pandemia surgida en Wuhan comenzaba a extender el desastre por el planeta.
Las exportaciones perdieron un -0,3% en términos anuales, un marcado retroceso respecto al 5,7% de septiembre, y las importaciones se redujeron un -0,7% tras repuntar un 0,3% el mes previo. Debilidad de oferta y demanda coinciden en este descalabro. A un lado, tendencias globales como la asfixiante inflación, la subida de tipos de interés y la paralización generalizada de la economía global.
Al otro, las incesantes restricciones fronteras adentro, ejemplificadas estos días en la huida de los trabajadores de la fábrica en Zhengzhou de Foxconn, suministrador de Apple, ante un rebrote. A consecuencia, la casa estadounidense ya ha anunciado retrasos en las entregas de su iPhone 14. Ni siquiera la devaluación del yuan, que abarata las operaciones, ha equilibrado las circunstancias para los exportadores chinos. Los confinamientos parciales en Cantón, núcleo productivo y hogar de 19 millones de personas, podrían agravar la situación.
«Esperamos que las exportaciones sigan disminuyendo durante los próximos trimestres a medida que la economía global entra en recesión», apuntaba en un informe la consultora Capital Economics tras la publicación de los datos aduaneros. «Los volúmenes de importación declinaron de nuevo el mes pasado tras caer de manera significativa a lo largo del año, y es probable que sigan haciéndolo ante el complejo escenario doméstico».
Tensión máxima
Las remesas al extranjero representan el motor que mantiene en marcha una economía renqueante, por lo que su frenazo recrudecerá la presión. El PIB chino creció un 3,9% interanual en el tercer trimestre, lo que coloca el parcial para lo que va de año en un 3%: muy por debajo de cursos precedentes y del objetivo oficial, «alrededor del 5%», ya inalcanzable. La realidad oculta por los guarismos gubernamentales podría resultar aún más aciaga. «Si para mentir recurren a un 3% las cosas tienen que estar muy mal», mencionaba un reconocido académico durante una conversación privada.
A corto plazo, no hay perspectivas de que la situación vaya a cambiar. Xi Jinping reiteró la vigencia de su política de covid-cero durante el XX Congreso, antes de consagrarse como el líder chino más poderoso desde Mao Zedong. Los mercados bursátiles reaccionaron entonces con ingentes pérdidas ante la senda personalista de la segunda economía mundial. Una semana después, la pasada, saltaron en dirección contraria por el rumor de que las autoridades habrían comenzado a diseñar un plan para la reapertura. De momento, habladurías sin fundamento, pues este sábado el Gobierno mantuvo inamovible su estrategia.
China registra estos días su mayor número de casos en seis meses. Las autoridades han reportado hoy 7.475 contagios en las últimas veinticuatro horas, una marca modesta en términos globales pero alarmante en el contexto de China. Además, avanzan rápido: el día anterior fueron 5.496. El país no alcanzaba cotas similares desde el 1 de mayo, cuando en Shanghái imperaba un confinamiento domiciliario y en Pekín restricciones casi absolutas. Varias zonas de la capital ya han ordenado la suspensión de clases presenciales en centros educativos.
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Al mismo tiempo, crece también la frustración de la población, espoleada por casos polémicos como el fallecimiento de un niño de tres años que no llegó a tiempo al hospital a causa de las restricciones o una mujer que saltó al vacío desde la ventana de su casa en Hohhot tras más de un mes de cuarentena. El fin de la política de covid-cero, pese a todo, sigue siendo un misterio. Como muestra la balanza comercial, de ello dependen enormes cantidades de dinero. También muchas otras cosas.