Funcionarios y rendimiento
Para implantar un sistema que mida en serio el rendimiento de los funcionarios se requiere algo más que un compromiso europeo
«A la Administración Pública le puedes poner todos los controles que quieras, pero jamás conseguirás medir su rendimiento, porque se resistirán como gato panza arriba». Estas fueron las palabras casi textuales de un miembro del gobierno muchos años antes de que Pedro Sánchez lo ... llamara a formar parte del mismo. Por esta razón, resulta significativo que el Consejo de Ministros haya aprobado un anteproyecto de ley de la Función Pública en el que se incluye la evaluación del desempeño de los funcionarios como un elemento central de la modernización de la Administración. Se plantea, además, que una mala evaluación pueda llevar a la pérdida del puesto logrado por oposición. Los sindicatos, como era de esperar, han puesto el grito en el cielo.
El concepto de rendimiento es clave en este asunto. Porque el funcionariado no se niega a ser evaluado. De hecho, la evaluación está recogida conceptualmente en el Estatuto Básico del Empleado Público. Y los funcionarios tienen asumido, por ejemplo, que si alguien no sigue los procedimientos o no cumple de forma adecuada su tarea, puede ser penalizado. Ni hablar de si lo hace de manera negligente, que hasta podría comportar una falta o delito. De hecho, existe el Tribunal de Cuentas para fiscalizar con sus inspecciones que se cumplan los procedimientos en el Estado. Tampoco hay problemas con el control de legalidad o el económico-financiero, que es resorte de la Intervención General de la Administración del Estado (IGAE). Y los requisitos y exigencias del cargo no son problemáticos si se facilita formación adicional y las reglas para acceder a ellos están claras y sólo se trata de completar cursillos de baja o media exigencia.
El problema se presenta cuando se trata de medir el rendimiento. Es decir, ya no se trata de que un funcionario complete el trámite de un expediente según el procedimiento previsto, sino ¿cuántos expedientes puede tramitar en un periodo determinado? ¿Y por qué este funcionario es capaz de tramitar el doble de expedientes que este otro en el mismo tiempo?
La reforma de la Administración es uno de los compromisos del gobierno de Sánchez para acceder a los fondos de recuperación. Pero para implantar un sistema que mida en serio el rendimiento de los funcionarios se requiere algo más que un compromiso europeo. jmuller@abc.es