Cuando el inquilino no paga el alquiler: qué es la inquiokupación y cómo evitarla

El Código Penal define a los okupas como aquellas personas que «con violencia o intimidación en las personas ocupare una cosa inmueble o usurpare un derecho real inmobiliario de pertenencia ajena». Se distingue así entre allanamiento de morada y okupación.

En el caso de la inquiokupación, el inquilino entra en la vivienda de forma legal, con un contrato y con unas obligaciones que cumplir. Cuando una persona alega vulnerabilidad económica o social para no pagar las rentas y recurre a esta situación para pedir que no se la desahucie se convierte en inquiokupa.

De esta manera, la vivienda sigue generando gastos de mantenimiento, pero el inquilino no paga su parte correspondiente como los suministros o las mensualidades. Según Arrenta, el verdadero problema surge cuando el inquilino no logra acreditar su problema. Los inquiokupas suelen dejar de pagar al mes o a los dos meses de entrar a vivir.

Por ello, la correduría explica que hay que distinguir entre los inquilinos que están en situación de vulnerabilidad y el propietario recibe una compensación y entre los que alegan esta situación para pedir la suspensión del desahucio, no lo acreditan y pasan meses o años viviendo de forma fraudulenta.

Según la Ocu, se trata de un nuevo concepto que ha surgido por la crisis económica, la precariedad laboral o los efectos de la pandemia. Señala Consumidores que hay que proteger a las personas vulnerables pero «no a costa de unos arrendadores que a veces son igual de vulnerables». Por eso, detalla en su página web 10 consejos que sirven para prevenir esta situación.

A pesar de que existen opciones para prevenir la inquiokupacion, desde la Asociación de Afectados por la Ocupación reclaman medidas y critican la dilación en los procesos para expulsar a los individuos.