Cómo meter el alquiler en la declaración de la Renta 2022-23

A la hora de introducir el alquiler en la declaración de la Renta, se debe distinguir entre inquilino y propietario. El primero, tributa dentro del apartado 'Rendimiento de capital inmobiliario', mientras que el segundo solo puede deducirse la vivienda como gasto.

En el caso de ser propietario o arrendador es obligatorio declarar los ingresos. Además, la Agencia Tributaria especifica que los propietarios que tengan unos rendimientos íntegros del capital inmobiliario superiores a 1.600 euros deben presentar la declaración. La normativa indica que el tipo aplicable al IRPF es del 19%.

Lo primero que hay que hacer es calcular el IRPF, que se obtiene de la resta de los gatos deducibles a lo obtenido por las mensualidades. Esto es lo que se declara y se paga a Hacienda. Se le denomina rendimiento neto de arrendamiento y se le puede aplicar una deducción del 60% rendimiento neto, pero solo se le puede aplicar si la vivienda no está destinada a alquiler turístico.

Para realizar este primer paso lo primero que se debe hacer es tener a mano el contrato, las facturas y el importe del alquiler. Toda esta información se debe registrar en el sistema de la Agencia Tributaria.

En el sistema debe constar de qué tipo de vivienda se trata, es decir, si es urbana, el número de propietarios... Los ingresos se deben declarar íntegramente, también si el piso ha sido alquilado con muebles y las cantidades, así como cualquier tipo de obra.

Una vez realizadas las cuentas se paga por los rendimientos netos, pero antes se pueden deducir una serie de cantidades marcando las casillas.

En el caso de ser el inquilino, también se puede incluir el alquiler en la declaración de la Renta si el contrato es anterior al 1 de enero de 2015 y se podrá hacer del 10,5%. Además, hay que tener en cuenta que el alquiler también tiene un tramo autonómico y que en cada comunidad se aplican unos porcentajes.