El gigantesco cambio de chip pendiente en las pymes

El proceso de digitalización, aunque ineludible, avanza de manera desigual. Según datos de Adigital, un 68% de las pymes en España ha alcanzado un nivel básico de digitalización, una cifra que subraya que aún queda un largo camino por recorrer. Un ejemplo de este desafío es el comercio electrónico. De acuerdo con el 'Libro blanco del comercio electrónico transfronterizo' realizado por ICEX y Adigital, las pymes son responsables de uno de cada cinco euros facturados online en España. «Esta cifra contiene un mensaje positivo y un reto», afirma Susana Voces, presidenta de Adigital. Evidencia que muchas ya han comenzado a entender las ventajas del canal digital, no obstante, el reto sigue siendo significativo: «Deben duplicar sus ventas online para estar a la altura de su peso en la economía». Es fundamental que las pymes crean y creen una cultura de innovación, que requiere un cambio de actitud, por un lado, y formación permanente, por otro, continúa Voces.

La pregunta que surge a colación es ¿cómo podrían las pymes utilizar la innovación para mejorar su competitividad en el mercado actual? Para Julián López-Arenas, director de Competitividad de la Cámara de Comercio de España, existen varias maneras. «Innovar en la creación de productos que se ajusten a las necesidades cambiantes del mercado, optimizar procesos internos, implementar modelos innovadores como el uso de plataformas digitales, suscripciones o servicios bajo demanda e incluso aplicar la innovación en productos y procesos en los que se pueda adquirir una mejora en términos de sostenibilidad, pueden ser elementos clave».

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Desde Cepyme apuntan a seguir avanzado en la incorporación de herramientas de gestión de procesos, pero especialmente las vinculadas a la gestión de clientes, donde las tasas son todavía muy mejorables. «La perspectiva del futuro pasa por las herramientas de 'business intelligence' que permiten poner en valor los datos de la empresa y mejorar la toma de decisiones estratégicas, especialmente en lo referente a la IA que facilitará la automatización de procesos y el análisis de datos».

Sin embargo, la mayor dificultad con la que se encuentran para innovar, es sin duda, la humana y no la tecnológica. En palabras de la presidenta de Adigital, «no se transforman los negocios, sino las personas que hacen los negocios». Los líderes empresariales deben inspirar una cultura de transformación, fomentando la curiosidad, el aprendizaje, el intercambio de ideas, la aceptación del error y la búsqueda de la excelencia.

Sin olvidar que el tamaño de la empresa condiciona cualquiera de sus decisiones como consecuencia de los menores recursos, no sólo monetarios, sino también humanos, señalan desde Cepyme. De acuerdo con los datos de la Seguridad Social del mes de septiembre, en España existen algo menos de 700.000 empresas con 1 o 2 trabajadores y casi un millón cuya cifra contabiliza 5 o menos empleados. En promedio, las pymes con asalariados contabilizan algo menos de 7 trabajadores.

El principal problema para las pymes es la burocracia y el acceso a los fondos. La normativa es compleja, y las empresas que dependían de financiación barata ahora se encuentran en un contexto donde el dinero no es gratuito, sostiene Borja Martín de la Torre, consultor y fundador de Remove Group. Además, «muchas pymes están acostumbradas a trabajar con expectativas de crecimiento a largo plazo, pero con el cambio en las condiciones de financiación, han tenido que reducir drásticamente sus proyectos de inversión en tecnología». Los fondos europeos Next Generation son una gran oportunidad para acelerar la transformación digital de las empresas. Desde Adigital «consideramos que el Plan de Recuperación se enfoca adecuadamente en ejes clave como el crecimiento de las pymes españolas a través de programas de digitalización, la capacitación de profesionales y ciudadanía en competencias digitales o el fomento de una economía basada en el desarrollo tecnológico y en uso seguro de tecnologías avanzadas». Pero dado el potencial de los fondos, es fundamental que alcancen de manera efectiva especialmente a startups y 'scaleups' innovadoras, de forma ágil y simplificada.

Aunque los fondos europeos están disponibles, no todas las pymes han logrado aprovecharlos de manera eficiente, aclara Martín de la Torre. «Algo tan sencillo como tener una web o un sistema de gestión de clientes puede ser un desafío para algunas empresas que aún no han abrazado por completo la digitalización». La CEOE ha señalado que solo una pequeña fracción de estos fondos ha llegado debido a la complejidad del proceso. Sin embargo, que surjan agentes digitalizadores que facilitan el acceso a estas ayudas, está empezando a mejorar la situación.

Además de los fondos europeos citados anteriormente, a nivel estatal y autonómico, existen numerosas ayudas para digitalizar a las pymes. Programas como el Kit Digital han sido diseñados específicamente para facilitar la adopción de tecnologías digitales por parte de las pymes, cubriendo aspectos como la creación de webs, la automatización de procesos y la ciberseguridad. Desde Cepyme aseguran que si bien el Kit Digital ha funcionado bien no ha servido realmente para que las microempresas implantasen herramientas tecnológicas de mayor valor añadido. «De hecho, la gran tarea pendiente es que las pymes, especialmente las de menor tamaño, adopten en mayor número soluciones de inteligencia artificial, tecnología en la nube y herramientas para la gestión de procesos y clientes».

También el Instituto de Crédito Oficial (ICO) ha lanzado fondos para financiar tecnologías avanzadas, como la IA y la ciberseguridad, ayudando acceder a soluciones que antes solo estaban al alcance de grandes empresas.

Por otro lado, la falta de armonización normativa obliga a las empresas a adaptar continuamente sus procesos a las distintas exigencias locales, generando complicaciones administrativas y aumentando los costes de cumplimiento. Quienes más sufren esto son precisamente las pymes o las startups tecnológicas, puntualiza Voces y «esto limita su capacidad para escalar eficientemente. Por ello es crucial promover una mayor armonización y simplificación de las normativas a todos los niveles».

La protección de los datos debe ser una prioridad desde el inicio, integrándose como parte fundamental de cualquier estrategia tecnológica para preservar la integridad y el futuro de las empresas en un entorno digital cada vez más vulnerable. Según datos del Instituto Nacional de Ciberseguridad (Incibe), los ciberataques han aumentado un 25% este 2024, siendo más frecuentes y, además, mucho más sofisticados. Esto pone en riesgo no solo los datos financieros de las pymes, sino también su reputación digital. «No es una opción, sino una obligación, tanto hacia el interior de la empresa como hacia sus clientes y socios», puntualiza Martín de la Torre. Hoy en día, cualquier empresa con presencia en la red debe priorizar este aspecto. «Un solo incidente de seguridad puede arruinar años de esfuerzo invertidos».