El gasto en pensiones se dispara a niveles históricos con la sostenibilidad del sistema en cuestión
Revalorizar las jubilaciones con el IPC costará unos 20.000 millones, que impulsarán el gasto en prestaciones hasta la cifra récord de 190.000 millones en 2023
Las nóminas de los pensionistas se llevarán casi el 40% del gasto previsto en las cuentas públicas
Los Presupuestos con el mayor gasto de la historia, los de 2023, no serían tal sin la millonaria partida dedicada a pagar la nómina de los casi diez millones de personas que cobran una pensión en nuestro país. Las nóminas de los mayores vuelven ... a convertirse el año que viene en el mayor gasto del Estado, alcanzarán la cifra récord de 190.000 millones. Y lo harán en un momento de máxima incertidumbre para nuestro sistema: habiendo sido derogado el factor de sostenibilidad y con mecanismo de equidad intergeneracional, que entrará en marcha en 2023, cuestionado por las autoridades comunitarias.
Las nóminas de los jubilados se llevarán ya casi el 40% del gasto del Estado y si al este coste se añade el desembolsado para pagar la nómina de los funcionarios y el peso de la deuda, el porcentaje escala hasta el 50%. Las tres partidas se llevarán el grueso de las cuentas de 2023. Un nueva marca. El próximo ejercicio será complicado para el sistema, teniendo en cuenta que solo en revalorizar las nóminas con el IPC el Estado deberá desembolsar unos 20.000 millones, lo que hará que la nóminas suban un histórico 8,5%. El incremento, no obstante, deberá ser confirmado con el IPC del mes de noviembre. Será entonces cuando, según establece la ley, se calcule la inflación media entre diciembre de 2021 y noviembre de 2022. Y de ahí saldrá el porcentaje exacto de la subida.
¿Cómo se pagará este aumento histórico del gasto? Para 2023 se espera una transferencia a la Seguridad Social de 19.888 millones, un 8,1% más que el año pasado. Con ello, por su parte, la previsión de déficit para la Seguridad Social se mantiene en un déficit del 0,5%, la misma que en 2022.
Un 20% más altas
Pero en la millonaria factura de las pensiones no solo deja su huella la vinculación al IPC, sino que también comienza a sentirse la entrada en el sistema de nuevos jubilados con derecho a prestaciones más altas. Las jubilaciones que se dan de alta en el sistema son más de un 20% superiores a las que se dan de baja por fallecimiento, debido a las mejoras de las carreras laborales de los nuevos pensionistas. Este es solo un aperitivo de lo que está por llegar cuando comience a jubilarse la generación del 'baby boom' , y el sistema se enfrente a su mayor desafío hasta la fecha y para el que aún no se ha puesto remedio. En 2023 comenzarán a aterrizar en el sistema los primeros 'boomers', un 'ejército' de jubilados que se incorporará al sistema con largas carreras de cotización, lo que les dará derecho a nóminas elevadas.
Pero, ¿cómo ha evolucionado el gasto en pensiones en los últimos años? Hoy pagar la nómina de los jubilados cuesta casi 11.000 millones de euros al mes, un 6% más que hace un año. Si se analiza la evolución que han tenido cada año los desembolsos del Estado se desprende, por ejemplo, que en un década el gasto para pagar a los jubilados ha crecido casi en 60.000 millones, teniendo en cuenta que en ese mismo periodo el número de pensiones ha aumentado en casi un millón, cifra muy similar al experimentado por el número de pensiones.
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A finales de 2012 había en España 8.182.111 pensionistas, diez años después, en 2022, con datos a septiembre, la cifra ha escalado hasta 9.015.737. Las pensiones han pasado en el mismo periodo de 8.999.045 a las actuales 9.949.869. La misma evolución al alza ha tenido, en consecuencia, el gasto, que en una década ha pasado de 112.215,76 millones a los previstos 171.165,00 millones a cierre de ejercicio, casi 60.000 millones más. El año que viene la cifra escalará a los citados 190.000 millones.