La CNMV acusa a Instagram, Tik Tok, X y Youtube de no colaborar contra la publicidad de fraudes financieros

Lo ha hecho en el Congreso de los Diputados, ante la Comisión de Economía, donde ha recriminado su actividad a estas plataformas. «Buscamos una colaboración más proactiva», ha empezado diciendo el directivo, a preguntas de los diputados.

Proteger al inversor de estas publicidades de estafas que tratan de enganchar a los usuarios para acabar robándoles el dinero es una de las prioridades del supervisor bursátil. Pero para ello necesitan a las redes sociales. En este sentido, San Basilio ha reclamado que colaboren tanto de manera previa para evitar que se difundan mensajes de fraude como posterior a su publicación, retirándolos de la plataforma si logran superar el filtro inicial.

«La colaboración que estamos encontrando está siendo muy limitada. Instagram, Tik Tok, X y Youtube presentan una colaboración muy limitada tanto en la fase previa como en la posterior. Destacaría solo a Google, con quien tenemos una colaboración más fluida y encontramos mayor preocupación por proteger a sus usuarios», ha dicho San Basilio.

La CNMV, asimismo, ha elegido el Congreso de los Diputados para dar a conocer sus prioridades estratégicas para los próximos seis años. La institución ha hecho público el documento CNMV 2030 en el que se definen los objetivos y retos a los que se enfrentan y entre los que destaca uno en concreto: lograr simplificar el marco regulatorio y supervisor.

Carlos San Basilio, en su discurso, ha hecho hincapié en «la exigencia de simplificación del marco regulatorio y supervisor. La acumulación de normas con posterioridad a la crisis de 2008 ha generado un marco regulatorio que, en algunos casos, ha derivado en cargas excesivas para los partícipes del mercado, lo que ha afectado a la agilidad operativa y a la competitividad».

«La Comisión Europea ha iniciado un proceso de revisión y simplificación regulatoria, lo que no significa una invitación a la desregulación, sino a regular mejor. Supone hacer el marco regulatorio más comprensible y eficiente, preservando siempre sus pilares fundamentales como son la estabilidad financiera y la integridad del mercado, pero también con la flexibilidad suficiente para hacer frente a los retos emergentes y contribuir a la recuperación de la competitividad de la economía europea», ha añadido ante los diputados.

La meta de estos cambios regulatorios y supervisores es lograr «una disminución de cargas para los participantes del mercado y a una mayor armonización, siempre sobre la base de un análisis riguroso y fundamentado en la evidencia, que no implique renunciar a objetivos fundamentales como la sostenibilidad, la diversidad o la protección del inversor».

Así las cosas, el presidente de la CNMV ha explicado que actuarán de dos maneras para lograr este objetivo. «La primera, mediante el impulso de la simplificación en los foros europeos y nacionales, promoviendo la eliminación de requisitos administrativos cuya falta de valor añadido haya sido demostrada por la experiencia. La segunda, en clave interna, con un proceso de revisión de nuestras propias prácticas supervisoras para agilizar los procedimientos, reducir cargas innecesarias y acortar los plazos, eliminando trámites que no estén justificados por cuestiones de riesgo», ha comentado.

Ese deseo de aliviar la regulación y supervisión para que no sea una traba para las empresas y el mercado es compartido también por otras instituciones como el Banco de España y otros bancos centrales de la zona del euro, así como otros supervisores bursátiles. También la industria financiera, principalmente la banca, ha reclamado una simplificación para que Europa no se quede atrás en competitividad frente a otras regiones del mundo como Estados Unidos.

Más allá de ello, la CNMV ha mencionado «la protección del inversor» como otra de sus prioridades, «pero adaptada a los retos de los nuevos tiempos. En concreto, al proceso de digitalización de la sociedad y a la utilización de las redes sociales y canales digitales por el inversor minorista, lo que ha favorecido conductas fraudulentas, con una creciente importancia de los criptoactivos». «La CNMV debe seguir siendo un bastión de la lucha contra el fraude financiero y liderar la comprensión de las nuevas formas de inversión. Por ello, hemos creado un nuevo departamento, dependiente directamente de la vicepresidenta, que integra diferentes elementos de la protección del inversor como son la lucha contra el fraude, la gestión de reclamaciones y la educación financiera», ha dicho San Basilio.

El directivo del supervisor bursátil ha destacado también que esa protección al inversor minorista «debe ir acompañada de esfuerzos para reforzar su participación en los mercados de valores, a través de medidas que faciliten la comprensión y el acceso a alternativas de inversión adecuadas a su perfil. Mejorar el conocimiento financiero es clave para que puedan tomar decisiones fundadas, aprovechar las oportunidades que ofrece el mercado y optimizar la rentabilidad de sus inversiones».

Ese fomento de su participación en los mercados entronca también con otra prioridad como «apoyar el desarrollo de los mercados de valores. Si queremos canalizar el ahorro europeo hacia inversiones que impulsen la economía y nos permitan avanzar en la consecución de objetivos como la doble transición sostenible y digital, o la autonomía estratégica, tenemos que contar con mercados de valores eficientes. En este sentido, frente al dinamismo del capital riesgo y el crecimiento estable y consolidado de la gestión colectiva, pensamos que es necesaria una estrategia específica y ambiciosa en el área de los mercados públicos».

San Basilio ha reconocido que los mercados de valores español y europeos han perdido peso en los últimos tiempos, con menos salidas a Bolsa y menores volúmenes de negociación. Algo en lo que ya ha advertido en otras ocasiones. «No solo en España, sino en todo Europa, los mercados públicos de valores, las Bolsas, están perdiendo peso, con un menor número de empresas listadas y menores volúmenes de negociación. Es importante que los mercados públicos sigan siendo una alternativa para las empresas, como fuente de financiación, y para los ahorradores, como destino de inversión. Unos mercados públicos dinámicos son fundamentales también para el crecimiento del capital riesgo y la gestión colectiva».