Aviso de los 'hombres de negro': los fondos no están llegando a la economía

Los halcones aterrizaron en Madrid el pasado lunes y durante tres días han mantenido encuentros con el Ministerio de Seguridad Social y con empresarios y sindicatos. Su misión era doble: monitorizar la reforma de las pensiones y controlar el uso que el Gobierno está haciendo del 'maná europeo'. Sobre los cambios en pensiones han sido implacables: no aseguran la sostenibilidad del sistema. Y respecto a los fondos, los 'hombres de negro' han manifestado su profunda preocupación sobre cómo se están haciendo las cosas, motivo por el que en sus encuentros en Madrid ya habrían trasladado su inquietud por el raquítico ritmo de ejecución de las primeras partidas recibidas.

El mensaje trasladado por los funcionarios comunitarios no sorprende, teniendo en cuenta que desde hace meses las quejas sobre la lentitud de la ejecución son continuas desde el ámbito académico y desde las empresas y también desde las comunidades autónomas. Y la realidad es que La Moncloa tiene muchas dificultades para cuantificar el destino real de los recursos ya que, como ya publicó ABC, Coffee, la plataforma informática encargada por la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, para que las autonomías vuelquen al detalle la ejecución de los proyectos sigue sin estar disponible un año después, lo que sorprende a las autonomías.

Sin esta plataforma, las autonomías -y los ayuntamientos- no pueden informar de manera ágil e inmediata al Gobierno sobre la ejecución de los fondos europeos que les asignan. El resultado es el oscurantismo respecto a los datos de cuánto se ha canalizado a la economía real. Según los últimos datos oficiales del informe de ejecución presupuestaria de la Intervención General de la Administración del Estado (IGAE), correspondientes a julio, la ejecución, medida en pagos efectivamente realizados, de los fondos se queda en algo menos de 4.500 millones de euros este año. Eso equivale a solo un 15,83% de lo presupuestado.

De esos 4.500 millones, alrededor de 3.000 millones son en transferencias a las comunidades autónomas, y lo restante ejecución estatal. Sin embargo, en esa ejecución estatal tienen un elevado peso las gastos que realizan organismos públicos como ADIF para infraestructuras.

Ante la inoperancia de Coffee, que nunca ha llegado a entrar en funcionamiento, el Ejecutivo, a través de sus ministerios, hizo llegar en junio pasado a las 17 autonomías documentos de Excel en los que debían detallar los «datos más actualizados que están disponibles» sobre el importe de fondos asignado, el grado y la previsión de ejecución. Un proceso que entonces aventuraba un caos de resultados y que ha terminado siendo así, dado que las consejerías de cada región han tenido durante estos meses que cumplimentar esos datos para todos los ministerios que lo solicitan. La titular de Hacienda se está encontrando sobre la mesa una maraña de cientos de excels con miles de datos sobre la ejecución de los fondos europeos.

El plazo establecido para que el Gobierno recibiera estos datos para enviarlos a Bruselas era el 30 de junio, un escenario que se preveía cumplir con el funcionamiento de Coffee, pero tampoco pudo ser ya que la herramienta estaba desactivada. Este problema de funcionamiento ha provocado, a su vez, un apagón informativo sobre los resultados de ejecución que ha provocado que más de un año después las cifras de ejecución se desconozcan al detalle.

Las autonomías tendrían que haber enviado las cifras antes del 27 de junio a las 14:00, pero la inoperancia del programa no permitió cumplir con los plazos y el grado de ejecución fue pospuesto por el Gobierno al siguiente semestre, en previsión de que se podría cargar la información en Coffee para entonces por parte de todos los órganos gestores. Hoy todavía no es posible.

La plataforma es un proyecto que trae de cabeza a Hacienda, donde cunde también la preocupación por no poder utilizar la herramienta fundamental para el control del dinero comunitario. Todo ello, además, teniendo en cuenta que ha tenido un elevado coste para la Administración.

Hace casi año y medio, el Ministerio de Hacienda, a través de la IGAE, adjudicó un contrato a Everis con el siguiente objeto: «Servicio de desarrollo evolutivo de la Plataforma Coffee para la planificación, gestión y seguimiento de proyectos asociados al Plan y el Mecanismo de Recuperación y Resiliencia, con destino a la IGAE». En suma, encargar a una consultora privada el trabajo de la plataforma.

La realidad es que los plazos para el pleno funcionamiento de la plataforma no se han cumplido, por diversos motivos. Es más, el contrato de adjudicación ha tenido que modificarse en tres ocasiones estos meses, tal como figura en la Plataforma de Contratación del Estado.

La primera modificación del contrato fue dos meses después de la adjudicación y que fue «consecuencia de un cambio procedimental que altera el ritmo de las entregas, si bien no añade o suprime tareas inicialmente no previstas». Un primer retraso.

La segunda revisión de la adjudicación se llevó a cabo en febrero de 2022: «El incremento de recursos representa un 16% del importe de adjudicación del contrato, dando cumplimiento al umbral máximo de modificación del 20% del precio del contrato». Incremento del precio.

En tercer lugar, hubo otra modificación de los plazos de entrega, a finales de junio de este año. «Esta tercera modificación tiene por objeto la replanificación o redistribución temporal de las tareas inicialmente previstas para el desarrollo del sistema de información, en los términos descritos en la memoria técnica de solicitud suscrita por el organismo peticionario que acompaña a esta resolución, sin que se vean alterados el importe, la distribución presupuestaria anual o el resto de las condiciones del contrato basado», establece la modificación acordada.

En este sentido, el coste del contrato para Hacienda que aparece en la adjudicación es de 627.397,1 euros, para una herramienta que no está funcionando en tiempo y forma.

Además, como publicó este diario, otro de los problemas de Coffee es que no hay funcionarios formados para su utilización una vez pueda ponerse en marcha. El Gobierno va dando formaciones a personal de las distintas administraciones autonómicas y locales, que son las que usarán la plataforma, pero no de manera masiva. Conclusión: muy pocos funcionarios saben cómo volcar datos en Coffee. Y lo que pretende el Ejecutivo es formar solamente a unos pocos y que luego estos den formación en sus respectivas administraciones.