Montero genera un caos de excels por el fiasco de la aplicación para controlar los fondos europeos

Coffee, el programa activado por la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, para que las autonomías vuelquen al detalle la ejecución de los proyectos no está «disponible». Así lo reconoce el propio Gobierno en las misivas, en forma de email, enviadas a cada una de las regiones, en las que les exige con premura, en solo un par de días, que le trasladen, por orden de Montero, los datos de los proyectos.

Ante la inoperancia de Coffee, que nunca ha llegado a entrar en funcionamiento, el Ejecutivo, a través de sus ministerios, ha hecho llegar a las 17 autonomías documentos de Excel en los que van a tener que detallar los «datos más actualizados que están disponibles» sobre el importe de fondos asignado, el grado y la previsión de ejecución. Un proceso que aventura un caos de resultados, teniendo en cuenta que las consejerías de cada región deben cumplimentar esos datos para todos los ministerios que lo solicitan. En definitiva, Montero se va a encontrar sobre su mesa con una maraña de cientos de excels con miles de datos sobre la ejecución de los fondos europeos.

El plazo establecido para que el Gobierno recibiera estos datos para enviarlos a Bruselas era el día de ayer, 30 de junio, un escenario que se preveía cumplir con el funcionamiento de Coffee, pero tampoco ha podido ser ya que la herramienta no funciona.

«Hace un año el Gobierno nos dijo a las comunidades autónomas que pondría en servicio una aplicación digital para conectar en tiempo real las cifras de ejecución y los reportes de las autonomías con los del Estado. No han sido capaces, y a toda prisa nos piden a última hora que volquemos toneladas de información en hojas de Excel y se las mandemos. ¿Y este es el Gobierno que pretende dirigir la digitalización de España? Es una continua exhibición de incompetencia», denuncia Javier Fernández-Lasquetty , consejero de Economía, Hacienda y Empleo de la Comunidad de Madrid.

En una de las misivas conocida por este diario, remitida por el Ministerio de Derechos Sociales, se detalla que las cifras deberían ser enviadas por las autonomías «antes del lunes 27 de junio a las 14:00», y en la misma se reconoce que no se podrá cumplir con esos plazos y que, por tanto, «el grado de ejecución se verá en el siguiente semestre, una vez se haya cargado la información en la aplicación Coffee por parte de todos los órganos gestores». El apagón sobre cómo van los fondos permanecerá otro semestre.

En otra de las comunicaciones a las que ha tenido acceso este periódico, del Ministerio para la Transición Ecológica, se pide a las regiones que informen en cuestión de tres días del «estado de ejecución de cada una de las líneas cuya transferencia se ha acordado», también mediante un excel que debía ser devuelto cumplimentado antes de que empezara el mes de julio para poder cumplir plazos. Incluso, fuentes autonómicas denuncian que las comunicaciones, vía email, se reciben por las regiones a altas horas de la madrugada , mostrando la urgencia que tienen los ministerios por recabar la información.

Así las cosas, entre los problemas que se encontrará Montero a la hora de recopilar toda la información, no está solo que sean cientos de documentos sino que cada ministerio está recopilando la información, que luego centralizará Hacienda, de una manera distinta. Es decir, cada documento de Excel tiene unos parámetros y conceptos distintos.

«La falta de planificación está haciendo que los ministerios estén pidiendo la información a las comunidades a última hora, con urgencia y, una vez más, con diferentes criterios», explica a este diario el consejero de Economía, Hacienda y Empleo de la Región de Murcia, Luis Alberto Marín. Y añade: «La gestión del plan de recuperación ha estado marcada desde el inicio por la improvisación y la falta de coordinación y participación de las comunidades autónomas».

Dentro de esa improvisación que denuncia el consejero murciano está la transparencia con la opinión pública de cómo va la ejecución del dinero comunitario. Se desconocen, más de un año después, las cifras de ejecución real de los fondos; el Ejecutivo se limita a dar gasto comprometido, presupuestado, obligaciones reconocidas... un cúmulo de terminología administrativa pero dentro de la cual no se incluye el dinero que efectivamente ha llegado a las compañías.

Más allá de ello, el Gobierno, como publicó este periódico, llega a incluir en su calendario de ejecución convocatorias duplicadas entre semestres y otras que pasan de un año a otro.