CUENTAS SIN CUENTOS
¡A vivir al pueblo! Menos impuestos, más tecnología
La combinación de incentivos fiscales, tecnología y una buena asistencia social podría ser el impulso necesario para volver a poblar nuestros pueblos y descongestionar nuestras ciudades
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesiónLos que procedemos de zonas rurales, y hemos vivido con desolación cómo poco a poco se han ido despoblando nuestros pueblos, cerrándose sus colegios, apagándose a medida que los jóvenes huían a las grandes ciudades en busca de un futuro mejor, y que ni siquiera ... los ya jubilados encontraban en sus tierras natales la seguridad y los servicios suficientes para pasar aquí esos últimos años de sus vidas, vemos ahora, con la pandemia y las nuevas tecnologías, una oportunidad para dar nueva vida a esa España vaciada.
El Gobierno de García-Page ha anunciado esta semana incentivos fiscales para quienes fijen su residencia en esos me atrevería a decir que decenas, si no cientos, de pueblos semivacíos de Castilla-La Mancha. Preparan reducciones de hasta el 25% en el tramo autonómico del IRPF y poder desgravar el 10% del gasto en la adquisición y rehabilitación de vivienda. Es, sin duda, un paso importante. Imagínense un sueldo bruto de 30.000 euros, de los que ahora pagas 5.000 por IRPF, aproximadamente la mitad a la comunidad autónoma. Si te reducen un 25% de los 2.500, te ahorrarías 625. Pero esas cifras de ahorro serían mucho mayores a medida que se incrementaran los ingresos. ¿Se imaginan que el ‘Rubius’ en vez de irse a Andorra se hubiera ido a vivir a un pueblo de Guadalajara? Si ahora con cuatro millones de ingresos paga en Cataluña 1,9 millones, con estas deducciones en Castilla-La Mancha pagaría algo más de 1,5 millones, se ahorraría cerca de 400.000 euros.
Los incentivos fiscales son una buena idea para atraer población, aunque no sé qué dirá el partido del señor Page que tanto ha protestado por las reducciones de impuestos en Madrid, y por esa ‘competencia desleal’... Imagino que como ahora quien la hace es uno de los suyos, no abrirán la boca. Pero cuestiones políticas aparte, lo cierto es que los incentivos fiscales por sí solos no son suficientes para tomar una decisión tan drástica como la de irte a vivir a un pueblo. Lo primero que deben hacer los gobiernos regionales y el gobierno central es hacer que internet llegue a todos los rincones de España y probablemente los fondos europeos son una oportunidad única para financiar proyectos de esta envergadura. Si hay una buena conexión a internet y tras la pandemia se mantiene un alto grado de teletrabajo, como probablemente ocurrirá, habrá quien se plantee instalar su residencia habitual en el pueblo, y venir uno o dos días por semana a la ciudad a hacer trabajos presenciales. No es ninguna utopía y, sin duda, sería lo mejor que nos podría ocurrir a todos como sociedad. Todos viviríamos mejor, los que optaran u optáramos por trasladarnos a las zonas rurales, ya no tan fantasmales y solitarias, y los que se mantuvieran en las abarrotadas grandes ciudades, quizás ya un poquito menos congestionadas.
Junto a los incentivos fiscales a los trabajadores, pero también a los empresarios para que apuesten por instalar negocios en estas zonas, y la instalación de internet rápido y seguro, es necesario desarrollar una tercera pata, la de los servicios sociales. Quien decide irse a vivir al pueblo, en su etapa de juventud pero también en la madurez o tras la jubilación necesita seguridad y servicios. El que se traslada a la zona rural tiene que tener un colegio al que llevar a sus hijos, o un instituto cercano, y tiene que tener la oportunidad de aprender idiomas, o de aprender a tocar instrumentos musicales, o de hacer deporte. Y los mayores también tienen que tener incentivos para volver a sus pueblos. El primero y principal es sentirse protegidos por los servicios médicos. Pero también son necesarios servicios sociales para ocupar el tiempo de ocio de los mayores. También en los pueblos tienen derecho a tener clases de informática, manualidades, gimnasia, bailes o idiomas como en las grandes ciudades.
La combinación de incentivos fiscales, tecnología y una buena asistencia social podría ser el impulso necesario para volver a poblar nuestros pueblos y descongestionar nuestras ciudades. Por soñar que no quede.
Noticias relacionadas
Límite de sesiones alcanzadas
- El acceso al contenido Premium está abierto por cortesía del establecimiento donde te encuentras, pero ahora mismo hay demasiados usuarios conectados a la vez. Por favor, inténtalo pasados unos minutos.
Has superado el límite de sesiones
- Sólo puedes tener tres sesiones iniciadas a la vez. Hemos cerrado la sesión más antigua para que sigas navegando sin límites en el resto.
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesiónEsta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete