Santander no desiste y prepara otro asalto a la cúpula de Merlin

Ambas partes mantienen severas discrepancias sobre el futuro de la mayor inmobiliaria cotizada de España. Dos puntos de vista que son prácticamente irreconciliables. Porque mientras Clemente pretende mantener una línea similar a la tomada hasta ahora, la entidad quiere tener más control sobre la empresa y cambios significativos. Incluso baraja la opción de integrar Merlin con Quasar, sociedad controlada por el banco y por el fondo de inversión Blackstone.

La unión supondría una completa revolución para la inmobiliaria de Santander, que hoy por hoy tiene una situación financiera más que compleja. Pero antes de realizar este (o cualquier otro) movimiento de calado, se antoja imprescindible que Clemente, fundador de Merlin, abandone su puesto de consejero delegado.

Fuentes cercanas al consejo de Merlin explican a este periódico que «en los próximos meses habrá un nuevo movimiento del Santander» para destituir a Clemente. El lunes el asalto se produjo en un consejo de administración extraordinario, pero no se descarta que la próxima intentona sea en una junta de accionistas. «La entidad tiene mucho control sobre el capital social y es consciente de ello», explican las citadas fuentes.

Mientras, el directivo está aprovechando la tregua que se han dado ambas partes tras el traumático consejo extraordinario del lunes para rearmarse, según ha podido saber este periódico por fuentes empresariales . Además de buscar apoyos entre los consejeros y accionistas , prepara un armazón legal contra las intentonas del banco.

Son los movimientos que se producen en privado, porque en público ambas partes han firmado un pacto no escrito de no agresión. Después de la tormenta ha llegado una forzada calma. Hace tres días, en cambio, el equipo directivo acusaba al banco de llevar a cabo «feudalismo corporativo» en un comunicado por provocar un consejo de administración extraordinario en el que intentó cesar al consejero delegado y al otro fundador de la empresa que se mantiene en la cúpula, Miguel Ollero.

«Merlin no se merece comportamientos abusivos y feudales por parte de accionistas minoritarios que pretenden ejercer el control mayoritario hurtando al resto de accionistas su participación en la toma de decisiones, ahorrándose el pago de la prima correspondiente», rezaba el citado comunicado, que además de estar firmado por el equipo directivo contaba con el apoyo de 185 trabajadores. La sangre no llegó al río y, tras un encuentro de más de tres horas, Clemente mantuvo su puesto. Lo hizo porque el consejo se dividió respecto a su cese, y no hubo el consenso que esperaba el presidente no ejecutivo de la empresa y el máximo representante del Santander en el consejo, Javier García-Carranza.

En la decisión también pesó el veredicto del mercado. Las acciones de Merlin se desplomaron un 6,3% ante las informaciones que apuntaban el lunes al golpe de mano del banco en la inmobiliaria. El martes, en cambio, subieron un 1,5% tras confirmarse que el directivo mantenía su puesto. «Clemente ha sido cofundador de Merlin y ha demostrado una brillante trayectoria y liderazgo, por lo que vemos con buenos ojos su continuidad al frente de la compañía» , destacaban ayer los analistas de Singular Bank.