Los productos «estrella» del Covid-19: del metacrilato al ozono

Distribuidores que trabajan habitualmente con el metacrilato y el policarbonato como Sugraf o Resopal admiten que están desbordados. «Tenemos 500 videollamadas diarias, y si la facturación de este producto a nivel de Aragón, La Rioja y Navarra suele estar entre los tres y cinco millones de euros, ahora está en los 100 millones», apunta el propietario y director general de Sugraf, Antonio Artemio, quien habla de incrementos de demanda de hasta el 20.000%. En su opinión, «hay mucho desconcierto y la gente va a ciegas» ya se trate de peluquerías, de la restauración o, incluso, de centros oficiales. El gerente de Sugraf advierte de que no habrá producto para servir hasta finales de este mes y junio, mientras que en paralelo se está negociando con proveedores de países como Turquía o Alemania. «No sé si se va a poder cubrir la demanda , porque hay un colapso a nivel mundial con el metacrilato», apunta este empresario.

Artemio destaca que este cambio de tendencia representa un balón de oxígeno para una compañía cuyo negocio tradicional ha estado vinculado al mundo editorial. «Esta actividad antes representaba el 0,5% del negocio, era testimonial» , añade a modo de ejemplo sobre una línea en la que se están concentrando. «Lo que vendíamos era muy poco, entre 15.000 y 20.000 euros, en la actualidad podemos estar entre 200.000 y 300.000 euros a final de año» , concluye este empresario, quien apuesta centrar su actividad en todo lo relacionado con el higiene.

Por su parte, desde la firma madrileña Resopal , apuntan que el «boom» del metacrilato comenzó con el estado de alarma con las farmacias, los estancos o las panaderías, deseosas de elementos de separación física como mamparas. «Nos intentamos mover al máximo y, como han visto que ha funcionado, cualquier comercio desde el más pequeño a un gran restaurante se lo está planteando», constatan desde este fabricante que también habla de agotamiento en los stocks. Desde Resopal, que llegó a estar en concurso de acreedores en 2013, aseguran que el metacrilato «no se parte como el cristal y es antibacteriano. Además, con un jabón neutro se limpia». En este sentido, añaden que sus precios oscilan entre los 55 y 140 euros.

Otro producto que vive estos días su particular «boom» es el ozono , ya presente en el ámbito de la desinfección y el filtrado del aire a nivel industrial (especialmente en las alimentarias) y comercial. «Se trata de un método de desinfección más seguro, limpio, y ahora los precios están más bajos que hace 10 años», comenta el director general de Cosemar Ozono Ángel Manuel Sereno.

En esta firma española, asegura su máximo responsable, se encuentran diariamente con entre 600 o 700 correos electrónicos más unos 500 mensajes en whatsapp. «Creamos una tienda online para hacer llegar la tecnología del ozono a particulares : no se trata de tratamientos profesionales ni pretende competir con ellos, pero permite la eliminación de olores, de virus, o de la carga plaguicida (plagas)», asegura el gestor de esta compañía, quien destaca los incrementos de los costes del transporte y sus consecuencias sobre las entrega. Para atender este repunte de la demanda han doblado su personal hasta las 100 personas.

La desescalada también está impulsando la venta de cámaras que miden la temperatura corporal. «Esta habiendo una solicitud desmedida de este producto» , asegura el responsable de Grandes Cuentas y Proyectos de Visiotech Jorge López. Una compañía con sede en Torrejón de Ardoz (Madrid), que importa este tipo de equipamientos de China y que posee un filial en suelo italiano.

Según estimaciones de la firma, desde el pasado 16 de marzo han vendido 2.500 cámaras de medición térmicas y 4.000 termómetros infrarrojos , la mayoría en España e Italia. «El 90% del producto que ahora se solicita está relacionado con la medición de la temperatura corporal», apunta López quien asegura que esta tecnología importada por Visiotech se ha instalado en la Central Nuclear de Trillo (Guadalajara).