Bruselas aplaza el rescate de Grecia y los mercados presionan a España
El desencuentro entre Alemania y el BCE lleva a la Comisión Europea a retrasar al menos hasta julio el plan de un segundo rescate de la deuda helena
Bruselas aplaza el rescate de Grecia y los mercados presionan a España
Ni la sacudida con que se han despertado hoy los mercados ha conseguido que las autoridades europeas lleguen a un acuerdo sobre cómo instrumentalizar el segundo rescate a Grecia sin que parezca una reestructuración de su deuda. Alemania y el Banco Central Europeo (BCE) ... se han enquistado en sus posiciones y el comisario de Asuntos Económicos, Olli Rehn, ha confirmado hoy que, debido a esas discrepancias, una nueva inyección de dinero público a Atenas tendrá que esperar. Al menos hasta julio. Mientras tanto, la desconfianza de los mercados en el futuro heleno se extiende por el resto de los países de la periferia europea, entre ellos España. El diferencial entre el bono español a diez años y el alemán, referente de solvencia, se ha disparado hasta rozar los 290 puntos básicos —cerca del máximo histórico de los 300 puntos, registrados el 30 de noviembre de 2010, tras el rescate a Irlanda— y para luego mantenerse en torno a los 270 puntos.
El riesgo país de España no estaba tan alto desde noviembre del año pasado
Los inversores ya dieron su toque de atención el pasado lunes. Esgrimiendo su ya habitual desconfianza en el futuro de Grecia, presionaron al resto de países de la periferia europea en los mercados de la deuda soberana y obligaron a los ministros de Economía de la eurozona a convocar una reunión de urgencia al día siguiente para abordar el segundo rescate griego, que se estima en unos 90.000 millones de euros y que el Ecofin se había propuesto dejar preparado antes del próximo 20 de junio. Pero la falta de acuerdo político —esto es, Alemania no ha conseguido imponer sus exigencias, que los bancos participen en el plan de salvamento — ha dejado a Atenas al borde del abismo y ha obligado al Ejecutivo de Yorgos Papandreu a remar en solitario —la oposición se ha negado a formar un gobierno de coalición y ha obligado al socialista a reformar su equipo— contra la bancarrota del país.
«Pido a todos los responsables de la Unión Europea, y en particular a los ministros de Finanzas de la eurozona que superen las diferencias existentes y alcancen un acuerdo responsable en este momento crítico », ha dicho desde Bruselas el comisario económico. En este sentido, Rehn ha pedido a los ministros europeos que al menos en la reunión de los próximos domingo y lunes desbloqueen el quinto tramo —18.000 millones de euros— del rescate actual a Grecia, aprobado en mayo de 2010 por valor de 110.000 millones.
Efecto contagio
El objetivo es doble: evitar la quiebra de Grecia y calmar los ánimos de los mercados, que hoy han optado por extender su presión por el resto de la periferia, castigando con especial virulencia los títulos soberanos de España. El Tesoro público ha colocado hoy 2.839,5 millones de euros en obligaciones, cerca del mínimo fijado en el objetivo esta subasta: entre 2.500 y 3.500 millones de euros. Y, por si fuese poco, ha tenido que ofrecer un rendimiento más alto a los inversores. En concreto, el emisor ha colocado 1.513,15 millones en obligaciones a 15 años elevando la rentabilidad desde el 5,695% de la emisión anterior al 6,043%, el nivel más alto desde el año 2000, cuando los tipos se situaron en el 6,05%. Además, ha colocado 1.326,35 millones en una subasta adicional de obligaciones a 8 años situando el tipo marginal en el 5,371%.
Ha aumentado el coste de la deuda que ha colocado el Tesoro
En ese momento, la prima de riesgo se disparó. El tipo del bono español a diez años ha superado el 5,7%, desde el 5,5% que marcaba en la apertura de la sesión del mercado de deuda. Por el contrario, el riesgo país de Alemania, con el que los inversores comparan la solvencia del resto de países europeos, se mantiene estable por debajo del 3%.
El resto de títulos periféricos también se han resentido. Así, la prima de riesgo de Italia se ha elevado hasta los 198 puntos básicos (el interés de su bono es ya del 4,875%), la de Irlanda hasta los 887 puntos (11,698%) y la de Portugal hasta los 808 puntos (10,9%). El Tesoro griego, en cambio, ha logrado mantener estable —eso sí, en su máximo histórico— el rendimiento de sus títulos a diez años, que se ofrece con una rentabilidad del 18% (1.523 puntos básicos).
Y mientras tanto, el Ibex, como el resto de plazas europeas, se mueve en «números rojos». El parqué español registra en la recta final de la sesión una tímida caída del 0,63%.
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