El lujo bajo sospecha: la explotación laboral que sacude a las grandes marcas del 'Made in Italy'
La Fiscalía de Milán exige explicaciones a Prada, Gucci, Versace y otras diez firmas
Italia y España refuerzan sus lazos comerciales y culturales en una jornada celebrada en Madrid
Corresponsal en Roma
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesiónEn Prato (Toscana) y en zonas industriales de Milán, decenas de talleres clandestinos funcionan día y noche al margen de cualquier norma. Allí, obreros chinos y pakistaníes trabajan hasta 90 horas semanales, duermen en literas instaladas junto a las máquinas de coser y ... cobran 3,5 euros la hora por confeccionar artículos que después, en boutique, se venden a precios casi estratosféricos. El contraste entre las condiciones reales de fabricación y la imagen de exquisitez del 'Made in Italy' es tan brutal que la Fiscalía de Milán ha decidido actuar con una contundencia inédita.
El fiscal Paolo Storari ha pedido a 13 grandes marcas -entre ellas Prada, Gucci, Versace, Ferragamo, Missoni, Dolce & Gabbana, Yves Saint Laurent, Givenchy, Alexander McQueen, Pinko, Coccinelle, Off-White y Adidas- que entreguen toda la documentación relativa a sus proveedores, subcontratistas y sistemas de control interno. No se trata de acusaciones directas, pero sí de una señal clara: la Justicia quiere indagar toda la cadena productiva y llegar donde se toman las decisiones y se fijan los precios.
La industria del aceite de oliva elige a los cien mejores del mundo en los 'premios Oscar' del sector
Xavier VilaltellaMadrid acoge la entrega del galardón más prestigioso del mundo para el AOVE
Según publicó 'Il Sole 24 Ore', prestigioso diario económico, en los expedientes incautados por los carabinieri aparece el dato más impactante: productos de lujo elaborados por «pocas decenas de euros» y vendidos en tienda por «varios miles», con márgenes increíbles. Concretamente, un bolso de alta gama que sale de estos talleres de explotación tiene un coste de producción que ronda los 50 euros. Ese mismo bolso, una vez que cruza las puertas de la logística de la gran marca y llega a la tienda, se vende por 1.000, 2.000 o incluso más euros.
El mecanismo es bien conocido, pero nunca había sido descrito con tanta claridad: las marcas encargan la producción a un proveedor oficial, que a su vez la deriva a otros, y éstos a su vez a nuevos talleres, en una cadena que puede llegar a siete niveles de subcontratación. El último eslabón suele ser un laboratorio clandestino gestionado por empresarios chinos, donde se concentran explotación laboral, ausencia total de medidas de seguridad e incluso dormitorios improvisados.
Durante un registro cerca de Florencia, los agentes encontraron once trabajadores -diez chinos y un paquistaní- cosiendo bolsos para Prada en lo que un magistrado describió como «condiciones de explotación grave». En otros talleres intervenidos aparecieron piezas de Saint Laurent, Zegna, Valentino Bags, Cuoieria Fiorentina y Prada, listas para volver a las casas matrices y entrar en el circuito comercial.
Los carabinieri llevan años alertando del problema. Desde 2015, sus informes recogían irregularidades crecientes: falta de contratos, turnos interminables, trabajadores que vivían dentro del propio taller y material de alta gama escondido entre máquinas sin protección. Pero faltaba un elemento clave: identificar a los responsables de la cadena completa. El fiscal Storari lo llama «política judicial»: no solo cerrar el taller clandestino, sino reconstruir hacia arriba la ruta del encargo.
El fenómeno, además, ya no se limita a Toscana. Más de 500 inspecciones han detectado talleres clandestinos en expansión hacia Lombardía. Paralelamente, las autoridades investigan la infiltración de redes criminales chinas, que controlan parte del transporte y de las extorsiones.
La incógnita es si esta sacudida logrará transformar un modelo basado en la reducción extrema de costes y en márgenes astronómicos. Tal y como detalla Il Sole 24 Ore, los documentos de la investigación revelan que la mercancía de lujo se produce por unas pocas decenas de euros y se revende con recargos que pueden llegar al 10.000%. Algunos observadores creen que el cambio real podría venir por otra vía: la creciente presencia de trabajadores pakistaníes que, a diferencia de los chinos, se organizan, protestan y convocan huelgas. Si el lujo italiano quiere preservar su prestigio, deberá demostrar que detrás de cada bolso no hay un obrero exhausto cosiendo en un sótano por un sueldo de miseria.
Límite de sesiones alcanzadas
- El acceso al contenido Premium está abierto por cortesía del establecimiento donde te encuentras, pero ahora mismo hay demasiados usuarios conectados a la vez. Por favor, inténtalo pasados unos minutos.
Has superado el límite de sesiones
- Sólo puedes tener tres sesiones iniciadas a la vez. Hemos cerrado la sesión más antigua para que sigas navegando sin límites en el resto.
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesiónEsta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete