Aunque la canciller alemana trató de bajar las expectativas sobre los acuerdos que podrían esperarse de la cumbre, ninguno de ellos advirtió sobre lo que estaba tramando Papandreu que, sin duda, habría supuesto un jarro de agua fría sobre los acuerdos que fueron presentados en Bruselas.
Sin conocer la amenaza de referéndum de Grecia, los mercados bursátiles reaccionaron con euforia al acuerdo de recapitalización de la banca y de la quita del 50 por ciento de la deuda griega a la que debería sumarse la banca privada. Tal subida fue sin duda un reclamo para muchos inversores que estaban esperando el momento de volver al mercado bursátil para recuperar una buena parte de lo perdido en el mes de agosto.
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