Quiebra y salida del euro, consecuencias del voto negativo en el referéndum griego

A corto plazo, la respuesta ha sido catastrófica. La duda reside en saber qué pasará a largo plazo si los griegos deciden votar «no» , algo que podría ocurrir dado el gran descontento social por los ajustes acometidos en los últimos meses. ABC ha consultado a varios analistas económicos y financieros que desgranan las claves del futuro de Grecia y la zona euro.

El estratega de Citigroup José Luis Martínez baraja dos escenarios posibles tras un «no» a los ajustes que conlleva la recepción de la ayuda del fondo europeo. « Europa podría decidir apoyar a Grecia sin contrapartidas o negarle la concesión del dinero, extremo que conllevaría la quiebra del país», asegura.

En el caso de producirse la bancarrota helena, Europa tendría que tomar medidas para evitar el contagio a Italia y Espana mediante la « adopción de barreras preventivas mediante el establecimiento de límites al déficit», según explica el estratega de Citigroup.

Por su parte, Marcel Hansen, profesor de Teoría Económica e Historia Económica de la Universidad Autónoma de Madrid (UAM), habla directamente de debacle europea. «Un no pondría patas arriba a toda la zona euro. No tenemos mecanismos para actuar», afirma. En opinión del profesor de la UAM, asistiríamos a «la salida de Grecia del euro y a un impago incontrolado».

Hansen va más allá y critica directamente a los políticos europeos por «no estar a la altura de las circunstancas». «Resulta sorprendente que Papandreu se saque de la manga una consulta popular tan solo unos días después de que se apruebe el rescate», puntualiza. Y pide soluciones al nuevo director del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi : «Espero que afronte bien los retos de su nuevo cargo y apoye a Italia y España para evitar un contagio».

El director de Gestión de Inversis Banco , Fernando Hernández, lo ve bastante claro: «Un no al referéndum supondría la salida de Grecia del euro». No obstante, Hernández cree que no habría que esperar al «no» porque que el daño ya está hecho. En su opinión, el emplazamiento de la consulta a diciembre atrasará la entrega de la ayuda prevista por la UE.

El analista de Inversis también da por hecho el contagio inmediato a Italia y España , algo que subraya «ya se está produciendo con la caída de las bolsas y el aumento de la prima de riesgo». «Solo el auxilio del BCE y del Fondo del Rescate evitaran consecuencias mayores a largo plazo», sentencia.

John Hardy, estratega de Divisas de Saxo Bank , también habla de la vuelta al dracma griego si se diera el voto negativo. «Existen muchas posibilidades de que se produzca un 'default' (suspensión de pagos) desordenado y la salida del euro en el país heleno, lo cual agravaría la crisis europea una vez más».

En su opinión, el BCE tendrá que llevar a cabo una política creditica expansiva para evitar la caída de Italia. «También será difícil para Alemania , que ya llegó al límite al necesitar que el Tribunal Constitucional avalara la participación en el rescate», sugiere Hardy.

Gonzalo Lardiés, analista de BPA Global Funds , por su parte, subraya que si tuviera lugar el rechazo ciudadano nos encontraríamos ante una situación totalmente nueva: «No está contemplado el escenario en el que un país pueda salir del euro». Según Lardiés, el abandono del euro iría asociado al no en el referéndum: «No se puede decir sí a la moneda europea, pero no a las medidas de ajuste». No obstante, el analista de BPA reconoce que esto conllevaría un proceso jurídico complicado.

La solución para evitar un posible contagio a España e Italia es «sencilla», según destaca el analista. «Si el BCE se mostrara dispuesto a comprar toda la deuda europea como ha hecho EE.UU., se acabarían muchos de los problemas». Una medida que, afirma, la UE no toma por «evitar la hiperinflación y preferir que el sistema se vaya depurando».

A Lardiés no le encajan muchas de las afirmaciones sobre el abismo europeo. «Si es verdad que hay una debacle europea por qué el cambio al dólar se sitúa en 1,4 euros», pregunta. «Hay ciertas cosas que no casan porque en tal supuesto, el euro se habría depreciado. Espero que con el tiempo sepamos qué y quién está detrás de la crisis de deuda periférica».