El IPC nos hace desiguales ante el IRPF

Ciudadanos es el único partido que se ha preocupado con este asunto y presentó una proposición no de ley (PNL) para recoger la erosión que supone la inflación en el poder adquisitivo. «Los umbrales vigentes de la escala general del IRPF no se han modificado desde el 1 de enero de 2015. En este mismo periodo de tiempo (enero de 2015 a diciembre de 2021, último dato disponible en la web del INE), el IPC ha aumentado un 12,8%. En consecuencia, muchos contribuyentes que por efecto de la variación nominal de sus ingresos, sin haber aumentado realmente su capacidad económica, están pagando hoy por un tipo impositivo superior al que debieran», explica la proposición que firma Edmundo Bal.

La ministra de Hacienda ha hecho oídos sordos a las peticiones y se escuda en que está esperando el informe de la comisión de expertos para la reforma tributaria que debería recibir el 28 de febrero. La última vez que se deflactaron las tablas del IRPF según la inflación fue en 2008. Entre enero de ese año y enero de 2022, la inflación acumulada ha subido un 22,4%. Muchas personas que hayan conseguido mantener su poder adquisitivo probablemente habrán saltado involuntariamente de tramo no porque sean más ricas, sino porque Hacienda ha mantenido los valores nominales.

El asunto se vuelve más aberrante si se considera que hay partes de España donde sí se va a producir esta deflactación. La Hacienda Foral de Vizcaya informaba el pasado 3 de enero que ha decidido deflactar en un 1,5% las tablas de retención del IRPF vigentes en su territorio. «Cabe recordar -añade el comunicado oficial- que el ajuste del 1,5% se ha producido así mismo en las tarifas y en los elementos personales del impuesto mediante la Norma Foral de Presupuestos Generales para 2022».

«El objetivo de la deflactación es evitar que la actualización de los salarios produzca un salto al tramo superior de rendimientos y por lo tanto una mayor retención», subraya la Hacienda de Vizcaya. La Hacienda Foral de Álava también actualizó, mediante un decreto del 28 de diciembre de 2021, los porcentajes de retención aplicables a los rendimientos de trabajo con efectos desde el 1 de enero de 2022.

La no deflactación de las retenciones, los tramos impositivos y las deduccciones dejan al contribuyente atrapado entre la merma de su poder adquisitivo, por la pérdida de valor de la moneda, y una Hacienda que ve cómo engorda su recaudación sin que haya aumentado la capacidad económica de los sujetos tributarios. jmuller@abc.es