España activa el imán de atracción para las startups extranjeras

Con todo, los expertos consultados coinciden en que los aspectos favorables pesan más que los negativos. «Hay puntos que mejorar para ganar en competitividad, pero la balanza se inclina del lado positivo», asegura Nacho Ormeño , cofundador y CEO de StartupXlore. En su opinión, el mercado español, con 47 millones de habitantes, ofrece un segmento de población muy digitalizado , tanto desde el punto de vista de telefonía móvil como de acceso a banda ancha e internet, por lo que para las empresas tecnológicas de fuera tiene sentido aterrizar en territorio patrio.

Otra buena razón es la facilidad para fichar talento con unos costes inferiores a los de países de nuestro entorno . Según Eurostat, el coste laboral por hora en España se situó el año pasado en los 22,9 euros , por debajo de los 37,9 que se pagaron en Francia, de los 37,2 de Alemania o de los 29,1 de la media de la Unión Europea. Y no es solo una cuestión económica, ya que España cuenta con profesionales de primer nivel.

La francesa BigBlue , que llegó a España en enero, da buena cuenta de ello. «Actualmente el mercado laboral en Francia está muy tenso y hay muchísimas empresas –algunas startups– que tienen problemas de reclutamiento. Para nosotros fue mucho más fácil conseguir el ‘top’ de talento en España », cuenta Tim Dumain , cofundador y CEO de esta empresa que ofrece a las marcas y tiendas online un servicio logístico integral que abarca toda la cadena de valor (desde la experiencia de compra, hasta el servicio posventa) y la gestión automática de los envíos en cualquier canal de venta.

La elección de nuestro país, tal y como explica Steffen Thobo-Carlsen , director general en España, responde también a que es un mercado «súper dinámico», con «unos hábitos de consumo parecidos a los de Francia» y a que « es el segundo país en Europa con más crecimiento del comercio electrónico ». En concreto, BigBlue ha detectado que hay unas 127.000 marcas digitales a las cuales puede ofrecer su servicio. En su caso, el hecho de que uno de sus inversores iniciales fuera la gestora española de ‘venture capital’ Samaipata le ayudó igualmente a implantarse en el país, aunque el camino no ha estado exento de dificultades.

«Tuvimos un poco de fricción para entrar por el tema administrativo. Abrir una empresa en España no es tan simple comparado con Reino Unido , donde todo es muy claro», reconoce el CEO. Preguntado por el tratamiento fiscal de las ‘stock options’, las acciones con las que las startups pueden retribuir a trabajadores estratégicos, considera que « España está en una clara desventaja en comparación con Francia », aunque matiza que las condiciones que ofrece BigBlue son bastante buenas y, a pesar de tener diferencia con otros países, «de momento no ha sido un problema para atraer talento».

Lo que sí puede ser un escollo importante es, a juicio de Ormeño, de StartupXplore, la inseguridad jurídica . «Hay operadores que han tenido que deshacer su posición en España a raíz de la ley ‘rider’», recuerda. Se refiere a Delivero, que cesó sus operaciones en España después de seis años de actividad a raíz de esta norma . «Y existen precedentes, como las renovables. Pasamos de apostar por ellas a pagar un impuesto al sol a fomentar otra vez la instalación de placas. Cuando una empresa llega a un país no quiere que le estén cambiando las normas del juego a mitad de la partida», recalca.

Y es que, aunque España goza de cualidades para ser un lugar receptor de startups extranjeras, podría fortalecer aún más su posición si acometiera determinados cambios. « Es un país muy proteccionista con los lobbys tradicionales . En general, cuando una compañía tipo Cabify, Glovo o Airbnb ataca un mercado regulado tradicional se le ponen muchas pegas», critica Carlos Blanco , fundador y presidente de Nuclio y managing partner y cofundador de Encomenda Smart Capital. La imagen exterior de España, dice, también se ha visto dañada por el actual Ejecutivo . «En estos momentos puede estar influyendo el haber dejado de ser un país con Gobierno sólido, lo cual genera dudas al mercado. El hecho de que haya un partido con mucho poder con una tendencia más cercana a la de Rusia que a la de Europa no ayuda a tomar decisiones», advierte.

Las miradas apuntan ahora hacia la Ley de Startups, aprobada por el Consejo de Ministros en diciembre y que se encuentra en tramitación parlamentaria. «Las principales medidas que pueden fomentar la instalación de empresas extranjeras en España son los incentivos para atraer a los nómadas digitales y la flexibilización de las ‘stocks options’», señala Nacho Ormeño. Aun reconociendo que va en la buena dirección, una de las críticas a la norma es su poca ambición . «Era una oportunidad histórica para estar mejor que los países europeos, pero se ha decidido empatar. Es un primer paso que confío en que futuros gobiernos con una tendencia superior de apoyo al emprendimiento mejoren», comenta Blanco, para quien una de las fortalezas de nuestro país es que representa un punto de arranque inicial para las startups europeas que quieran dar el salto a América Latina, así como para las de aquella región que busquen expandirse en el Viejo Continente.

La argentina ZoomAgri es una de esas startups que ha apostado por España. Lo hizo a comienzos de 2019, con la apertura de una oficina en la capital. «En primer lugar, vimos una línea muy recta entre Buenos Aires y Madrid, por logística y por idioma. Si quieres internacionalizarte y tienes empleados en Argentina que se pueden comunicar bien con tu personal en España es todo más ágil. Otro aspecto que tuvimos en cuenta es que España, dentro de Europa, todavía es pagable . Armar una startup en Suiza o Francia quema más rápido tus recursos financieros», explica Jaap Rommelaar, cofundador de la compañía.

Lo único que destaca como negativo son las trabas burocráticas y el trato con la administración. « Hay países donde los procesos son un poco más fáciles . Con una mejora en esa parte, sería aún más atractivo estar como startup en España», justifica. ZoomAgri nació hace cinco años con la meta de revolucionar el testeo, inspección y certificación de ‘commodities’ agrícolas a través de tecnologías como inteligencia artificial, ‘computer vision’ o internet de las cosas. Sus soluciones se comercializan en más de 20 países en cinco continentes.

La empresa fue una de las participantes de la iniciativa ‘Rising UP in Spain’ , de ICEX-Invest in Spain –va por su sexta edición–, dirigida a startups extranjeras que quieran establecerse en España. «Ofrecemos un programa de aceleración hecho a su medida con todo tipo de servicios: acceso a fuentes de financiación, asesoramiento jurídico, etc. Este año incorporamos la figura de los socios locales , que colaborarán con las startups para desarrollar una solución tecnológica vinculada a su negocio. Queremos ayudar a 50 startups en esta convocatoria», explica Alberto Sanz , director de Financiación y Relaciones con Inversores de la institución.

Un impulso para fomentar que las firmas foráneas se integren en un mercado que, según palabras de Sanz, puede presumir de tener infraestructuras tecnológicas muy avanzadas y un ecosistema de startups «en plena ebullición, con muchísimas nuevas oportunidades en todas las tecnologías y sectores» y que se beneficia de una mayor disponibilidad de fondos . «Hace cinco o seis años las startups nacidas en España eran como un niño. Ahora el ecosistema quizá no está a la altura de otros, pero sería un adolescente en crecimiento y lo vemos con el ‘boom’ en la financiación a las startups». Por hacerse una idea, el volumen de inversión el año pasado casi se cuadruplicó respecto a 2020 , alcanzando los 4.294 millones de euros, según datos de la Fundación Innovación Bankinter.

«Se trata de un mercado muy interesante. Existen buenas empresas, talento e ideas frescas», resume Felippe Fontanelli , director para el sur de Europa de Future Farm , startup brasileña de alimentos de origen vegetal presente en 28 geografías y que se estrena en España tras haber ganado el Premio Innoval en la feria Alimentaria por su producto Future Tvna, un atún elaborado a partir de soja, guisantes y garbanzos. «España es uno de los países más cárnicos y para nosotros supone una gran oportunidad porque ofrecemos una alternativa a los diferentes tipos de carne», dice. Su gama de productos cárnicos incluye hamburguesas, carne picada, albóndigas, tiras de pollo y salchichas de origen vegetal.

Con diferente especialización, pero con la innovación como denominador común , las startups extranjeras se lanzan a la conquista de un mercado, el español, repleto de virtudes, pero también esclavo de viejos lastres.