La banca echa un pulso al BCE para que permita dar dividendos
Varias entidades han anunciado su intención de remunerar al accionista en 2021. La presión pública y privada al supervisor va en aumento
Christine Lagarde, presidenta del BCE, y Luis de Guindos, su vicepresidente
«Estamos preparados para volver a dar dividendo y queremos hacerlo en 2021». Así de contundente se pronuncian fuentes bancarias consultadas por ABC. Las entidades financieras están cansadas de la recomendación-prohibición del Banco Central Europeo (BCE) de no remunerar a sus accionistas. Y por ... algún sitio y en algún momento la banca tenía que sacar músculo frente al supervisor. Presión, presión y más presión , con anuncios incluidos.
José María Roldán, presidente de la Asociación Española de Banca (AEB), puso la voz más crítica a la política del BCE. Lo hizo en una entrevista con este periódico hace escasos meses en la que criticaba el «café para todos» que impuso la institución. Entonces, el dirigente de la patronal del sector pedía que la medida no fuera para todo el gremio bancario sino solo para aquellos que estuvieran en una situación vulnerable y no pudiera permitírselo. Ser más selectivos en lugar de castigar a todos. Ahora, la postura de la AEB no ha variado ni un ápice; entienden que la decisión es necesaria para aquellos con peor comportamiento, pero no en genérico.
Esto es a nivel de agrupación empresarial... y también los bancos a nivel individual se han movido estas semanas. El BCE mantiene vetada la remuneración al accionista hasta finales de año, y quién sabe si la intención será ir más allá. Su vicepresidente, Luis de Guindos, dijo la semana pasada que se trata de una medida «temporal» que dependerá de la evolución de la economía, porque lo que quieren no es que se den dividendos sino que se destine ese dinero a inundar de crédito el mercado. Fuentes financieras señalan que lo que haga la Reserva Federal (que mantiene un tono más complaciente) el próximo mes podría marcar también los pasos al BCE.
Las presiones del sector son un aviso al BCE, pero no repartirán dividendo sin su beneplácito
Así las cosas, según ha sabido ABC, las entidades españolas vienen presionando al supervisor en público y en privado para que el veto a la remuneración de los accionistas se termine con el nuevo año. En «petit comité», con discreción, para tratar de levantar su valor bursátil, hundido aún más por la crisis. Quieren tener libertad para dar dividendo y mostrar al mercado que pueden hacerlo .
El propio BCE reconoce en sus informes que la medida ha lastrado la cotización de las entidades, pero cree que ante situaciones extraordinarias, la reacción también ha de ser extraordinaria. Cabe recordar que en la banca española hay quien cotiza un 70% y más por debajo de su valor en libros.
Mensajes individuales
Por todo ello, algunos bancos ya se han lanzado a decir al mercado de que van y/o quieren repartir dividendo el ejercicio próximo. Un pulso directo al BCE, a la luz de todos los inversores. El más contundente ha sido Banco Santander , el mayor grupo financiero español, anunciando remuneración ya con cifras claras (con cargo a reservas) y la convocatoria para su aprobación en junta general de accionistas el 27 de octubre. Ha comunicado dos remuneraciones: 0,10 euros por acción en metálico y otros 0,10 euros en «scrip dividend». Esta última fórmula se trata de retribuir al accionista con títulos de la empresa, aunque este puede optar por vender sus derechos de suscripción, lo que lo convertiría en un dividendo tradicional, por así decirlo. La rentabilidad que supone en relación a la cotización bursátil actual supera el 12%.
BBVA es otro de los grandes bancos españoles que ya ha lanzado su aviso también al BCE de que están listos para remunerar al accionista. Que tienen capacidad para ello y desean hacerlo. Su consejero delegado, Onur Genç , destacó hace pocos días que el grupo tiene esa previsión para 2021. Asimismo, Caixabank y Liberbank toman la temperatura a la prohibición del banco central con su perspectiva de hacerlo también el año próximo. Este último, incluso, ha convocado su junta general de accionistas para el 28 de octubre.
Sin embargo, el pulso al supervisor no es ninguna amenaza ni ultimátum. Todas las entidades realizan sus anuncios... y los condicionan a que la institución levante para entonces su recomendación-prohibición ; además de ligar la posibilidad en ciertos casos a criterios de solvencia o al devenir de la economía. En otras palabras, es una manera de asomar la cabeza tras meses en silencio a nivel individual, prácticamente. La pelota ahora está en el tejado del BCE.