Las acciones del Banco Espírito Santo caen un 14,61% y cotizan al precio más bajo de su historia

En el principal selectivo lisboeta, el PSI-20, los títulos del BES se llegaron a pagar a 35,5 céntimos de euros, un nuevo mínimo histórico, como consecuencia de la incertidumbre que despierta entre los inversores la delicada situación financiera del grupo empresarial al que pertenece, propiedad de la familia Espírito Santo.

La debacle sufrida en la Bolsa es especialmente notable desde el pasado 10 de junio, cuando la acción cotizaba a 1,1 euros, lo que supone un retroceso acumulado en poco más de un mes cercano al 70%. De hecho, la de este martes es la séptima jornada consecutiva en rojo del banco portugués, el más importante del país a nivel de activos.

Ayer mismo, la entidad decidió adelantar el nombramiento de un nuevo equipo de gestión liderado por el economista Vítor Bento, quien ya ocupa el cargo de presidente -a falta de ser ratificado por la Asamblea General el próximo 31 de julio- en sustitución de Ricardo Salgado, máximo responsable de la entidad durante los últimos 22 años.

Además de las dudas sobre la solvencia financiera de varias empresas del Grupo Espírito Santo, del que el BES forma parte y a las que incluso concedió créditos -una práctica que despertó inquietud en los mercados-, los analistas también atribuyen su caída bursátil al movimiento en su accionariado.

Ayer el grupo, que es el principal accionista del banco a través de su subsidiaria Espírito Santo Financial Group, anunció que su participación en la entidad se redujo de un 25,1 a un 20,1%. Según medios portugueses, la venta de este 5% no fue voluntaria, sino que figuraba en las condiciones de un préstamo de 165 millones de euros suscrito con el banco japonés Nomura.

Los negocios de la familia Espíritu Santo se complican cada día más. Hoy martes termina el plazo para que Rioforte, empresa holding del grupo, pague la deuda de 847 millones de euros que Portugal Telecom (PT) tiene aplicados en papel comercial. Dinero que puede condicionar la fusión de PT con la brasileña Oi y que probablemente forzará a una revisión del acuerdo de unión entre ambas operadoras, tal y como ha confirmado el ministro brasileño de Comunicaciones, Paulo Bernardo. La teleoperadora lusa está igualmente en una situación delicada y si no acepta un aplazamiento del pago de la deuda puede desencadenar la quiebra desordenada de Rioforte con costes elevados para todos.

La agencia Reuters confirmó que Rioforte está preparando un concurso de acreedores para prevenir la insolvencia del grupo que llevaría a una venta incontrolable de los activos a cualquier precio. Una medida de la que se lleva días hablando y a la que se refirió el propio primer ministro luso, Pedro Passos Coelho, el pasado viernes. «Es importante que lo más rápido posible el grupo organice junto a sus acreedores las negociaciones que son necesarias para que, de forma ordenada, eventuales incumplimientos del grupo no tengan impactos relevantes en términos macroeconómicos y pueda ser minimizados en base de negociación», avisó el jefe de Gobierno.

El concurso de acreedores se realizaría en la Justicia de Luxemburgo, donde Rioforte está registrada. Esta holding cuenta con activos de muy diferentes áreas, como construcción, hostelería, agricultura y sanidad, sin olvidar que detiene el 49% del Espíritu Santo Financial Group (ESFG), mayor accionista del BES, con el 20,1%.