Fiebre por la potasa y la sal española
El grupo ICL, a través de su filial Iberpotash, invertirá unos 700 millones en nuevas líneas de negocio a partir de la extracción de sal y potasa en España
Fiebre por la potasa y la sal española
Por increíble que parezca algunos negocios españoles sí han podido y sabido sortear esta interminable crisis que dura ya siete años. Y no solo facturando e ingresando por sus actividades. Sino creando empleo año tras año. Es el caso de una de las empresas con ... más historia en Cataluña, Iberpotash , que parece haber pasado desapercibida y de puntillas por la actualidad económica del país. Pertenece a la multinacional ICL Iberia, filial española del grupo Israel Chemical Ltd , que cotiza en la Bolsa de Tel Aviv y dedica desde hace años gran parte de su tiempo y empeño en convertir a nuestro país en el centro de excelencia de la producción de materias primas . Unas materias primas que extrae, comercializa y distribuye Iberpotash , como tal desde 1998 (anteriormente, Potasas de Llobregat y Súria K, en la órbita de la entonces empresa estatal INI, hoy Sepi). Básicamente, potasa y sal, pero también magnesio.
Actualmente, Iberpotash -con 1 .200 empleos directos y unos 4.000 indirectos- se encuentra inmersa en el desarrollo de un ambicioso plan de futuro a largo plazo (en tres fases durante el periodo 2011-2025), con importantes inversiones para España, que ha convencido, y mucho, al Gobierno español, con el que han tenido diversas reuniones: el Proyecto Phoenix . En él, la multinacional israelí lleva invertidos 550 millones de euros.
A través de las instalaciones mineras, industriales y logísticas que la filial española posee en la comarca del Bages (situada a 60 kilómetros de la ciudad de Barcelona), se crearán nuevas líneas de negocio a partir de la extracción de sal y potasa. Un plan, dicen los que lo conocen en profundidad, y que lidera José Antonio Martínez Álamo, consejero delegado de Iberpotash , que se ha convertido en el mejor estandarte de la política de reindustrialización que trata de estimular el Gobierno en el tramo final de la actual legislatura.
El proyecto -con el que Iberpotash espera duplicar tanto el empleo directo como el indirecto que tiene a día de hoy- se traduce en la extensión y modernización de las actuales instalaciones industriales, la mejora de las infraestructuras de transporte y la ampliación del Puerto de Barcelona. Como consecuencia de estos esfuerzos, Iberpotash prevé la comercialización en los mercados internacionales de más de un millón de toneladas anuales de potasa y más de 700.000 toneladas de sal Vacuum , sal de máxima calidad, destinada a la gran industria química y con un grado de pureza del 99,7%.
La producción de esta sal también acarreará la construcción de una nueva planta de alta tecnología, adicional a las dos que mantiene operativas la empresa en Súria y Sallent. Los planes de ICL también pasan por el cierre de la fábrica de Sallent a principios de 2015 trasladándose entonces todas las actividades a la mina de Cabanasses, en el municipio de Súria, donde también se encuentran los almacenes de producto acabado, así como los utilizados para la expedición efectiva por tren y camión.
El plan de inversiones incluye la posibilidad de nuevas conexiones ferroviarias (el desarrollo de la red ferroviaria de mercancías con el Corredor del Mediterráneo ), conjuntamente con el Puerto de Barcelona, con objeto de facilitar la exportación de los productos al resto de Europa, que potenciará el turismo y la I+D+i.
En tres fases
Y es que en 2011, y tras comprobar que en Súria existe potasa, al menos, para otros 80 años, el grupo israelí -uno de los mayores productores mundiales de potasa y fertilizantes de fosfatos, ácido fosfórico, fertilizantes especiales y aditivos para piensos- decidió hacer esta fuerte inversión en España a través del Proyecto Phoenix que consta de tres fases.
En una primera fase, hasta el 2014, las inversiones -unos 230 millones de euros- están destinadas a mejorar los procesos de extracción de la potasa, la construcción de una planta de sal vacuum y el cierre de la mina de Sallent. La segunda fase -270 millones- prevista hasta el 2020 consistirá en incrementar la extracción de potasa y la construcción de una planta de sal que permita tratar el cloruro sódico, residuo resultante al producir potasa, para fabricar nuevos productos como potasa industrial y una rampa de extracción de 4,7 kilómetros en la mina de Cabanasses. La última fase, hasta 2025, del entorno de otros 200 millones más, dependerá de agentes externos, porque está relacionada con la ampliación de la red ferroviaria. La línea propuesta conectaría Súria y Manresa con el puerto y, a su vez, con el corredor mediterráneo, lo que permitiría llegar hasta Lyon. La nueva vía permitiría pasar del millón de toneladas exportadas en 2011 a más de tres millones en el 2021.
Constante esfuerzo inversor
Y es que el esfuerzo inversor de la filial española ha sido una constante de la empresa, especialmente en los últimos años. De hecho, en el periodo 2007 a 2009, la inversión de Iberpotash ascendió a 100 millones de euros , de los cuales 46,4 fueron precisamente en el peor año para la economía española, el 2009. En 2010, también si hicieron inversiones por valor de 25,6 millones mientras que las previstas para el proyecto Phoenix, ascienden a alrededor de 700 millones. Una cifra que aumentará de forma importante a partir de su finalización, de 2025.
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