Phillipe Alluard: «Empresarialmente es el momento de ponerse la camiseta de España»

—Usted está abriendo ahora mercados para Tag Heuer en África.

—África es la última terra incognita para el lujo. Durante muchos años África era un sitio del que se sacaban materias primas, mano de obra barata, no mercados. Obviamente poco a poco los gobiernos locales se han ido independizando de los poderes colonialistas y han empezado a manejar ellos mismos los recursos de sus países. Eso ha generado una riqueza de una clase por ahora reducida, pero empieza a aparecer cierta clase media en algunos países. Hasta ahora los consumidores africanos han comprado productos de lujo fuera de su país, cuando viajaban a Europa, EE.UU., Oriente Próximo, Dubai. Hoy existe una demanda significativa y nosotros en el grupo pensamos que existe un mercado local importante a medio plazo en África.

—¿Qué países prometen más?

—Aparte de Sudáfrica, un país ya desarrollado, Nigeria, Marruecos, Argelia, Etiopía, Costa de Marfil, Congo…

—¿Cómo ve el mercado del lujo en España?

—España sigue más o menos las mismas reglas de evolución del mercado que el resto del mundo. Lo que pasa es que durante años hemos hablado de una pirámide de consumo con una base muy amplia, y el volumen de consumo se achicaba poco a poco al subir el precio. Hoy en día el mercado se ha modificado, desaparece la parte central de la pirámide. El segmento de precio de relojes que cuestan de 1.000 a 3.000 euros ha aumentado un 22 por ciento en los últimos diez años. El segmento de 3.000 a 10.000 se ha multiplicado por tres. Y obviamente el de 0 a 500 euros también está creciendo mucho. Lo mismo con los coches, las plumas, etc.

—Pero si hay crecimiento del mercado de lujo, es que hay más ricos.

—Yo creo que hay nuevos ricos, y obviamente cuando empiezas a tener mucha pasta te gusta enseñarla, sobre todo si no tienes educación. Las épocas de turbulencias son épocas de éxito para el superlujo. Por ejemplo el mercado venezolano se multiplicó por tres cuando Hugo Chávez llegó al poder, porque echaron a todos los ricos tradicionales de Venezuela, que se trasladaron a Miami, y todos los militares empezaron a tener inagotables maletines de dinero. Yo es que he visto eso físicamente, he visto en Venezuela al representante de un coronel, portando un maletín y diciendo, el coronel quiere hacer cinco regalos de 50.000 dólares cada uno, ¿qué me presentas? Tú les hacías la selección y ellos sacaban la pasta del maletín.

—Volviendo a España…

—Lo puedes ver de dos formas: pensando que hay un 28 por ciento de parados , lo cual es terrible, o que un 72 por ciento siguen teniendo trabajo, lo cual es una oportunidad. Sabemos que las personas que conservan su trabajo han ahorrado durante los últimos cinco años más que nunca. Los bancos están repletos de ahorros personales de la gente.

—Hay miedo a gastar.

—Da mucho miedo, y además, cuando tus amigos, tu hermano o tu cuñado están sin trabajo, es muy difícil llegar a la cena del sábado y decir, mira qué reloj de lujo me acabo de comprar. Pero España ha tocado fondo, técnicamente el gobierno ha hecho una devaluación de la propuesta española para ganar competitividad. Empresas extranjeras invierten aquí, empezando por Bill Gates, las exportaciones españolas crecen. Estamos saliendo de la recesión , tímidamente, pero estamos saliendo. Si mantenemos un crecimiento así sea del 0.5, 1 ó 2%, si seguimos con buenas noticias o por lo menos sin malas, toda esta gente que tiene su dinero ahorrado va a volver a gastar. Tengo un buen «feeling» para 2014.

—¿Y la Marca España?

—Yo creo totalmente en la marca España, por eso llevo en la muñeca un reloj con los colores de España, es un prototipo, lo lanzamos ya, a finales de este mismo año. Lo hacemos porque creemos que es el momento de festejar un poco el espíritu emprendedor de los españoles, su ejemplo de recuperación y de rigor presupuestario, que ya se reconoce en los foros internacionales. Es el momento de colocarse la camiseta de España, un país que ha atravesado cinco años dificilísimos. Pero ha llegado por fin el momento de salir adelante, todos juntos.