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La «banca en la sombra», tras cinco años de crisis, por fin en el punto de mira

Es ahora cuando la Comisión Europea se plantea normalizar la acción de estas entidades especulativas que actúan como bancos pero que no asumen las responsabilidades pertinentes

La «banca en la sombra», tras cinco años de crisis, por fin en el punto de mira afp

F.J.C.

«Hemos regulado los bancos y los mercados de forma exhaustiva. Ahora tenemos que abordar los riesgos planteados por el sistema bancario en la sombra» . De esta manera, se refería el comisario europeo de Mercado Interior y Servicios, Michel Barnier al controvertido agujero negro de las entidades que actúan como los bancos para los beneficios pero que no son bancos en las obligaciones. La crisis lo sacó del anonimato, sin embargo, todavía queda mucho camino por recorrer si las principales instituciones internacionales quieren y pueden.

En el programa del pasado G20 se incluía la especulación no regulada de la banca paralela como tema a tratar, pese a ello, poco más se ha sabido tras las jornadas celebradas en San Petersburgo. No en vano, si todos señalan a estos Fondos de Mercado Monetario (FMM), ¿por qué las principales organizaciones tienen tantos reparos a la hora de acabar con la sangría?

El derrumbe hace cinco años de Lehman Brother's significó la reapertura de debates que parecían zanjados durante los años de vino y rosas. La desregulación financiera, que provocó el auge de la «banca en la sombra» hasta alcanzar niveles sistémicos, encendió la llama de declaraciones altisonantes como la de «hay que refundar el capitalismo» que anunció Nicolas Sarkozy como presidente de Francia allá por 2008.

Pese a la rotundidad de la cita, poco más se ha podido conocer de esta valiente iniciativa. Y es que antes del inicio de esta Gran Recesión, las entidades de crédito al margen de la norma habían crecido irremediablemente en los EE.UU., pero que sin embargo, tras 2008, ha sido Europa quien ha recibido la llegada de la inversión no regulada, de la acción de los hedge funds, fondos de mercado monetario,etc.

Cambio de tendencia

Según un informe del Consejo de Estabilidad Financiera (FSB, sus siglas en inglés) creado a raíz del G20 de Londres en 2009, la situación se ha revertido completamente ya que cuatro años antes de la cita, los FMM solo abarcaban el 31% del volumen total frente al 44 de EE.UU., mientras que en 2011, en la Eurozona, los Fondos suponían ya el 46% por el 35 de los norteamericanos.

En 2011, la banca paralela facturó mundialmente 51 billones de euros en 2011, lo que representa entre el 25 % y el 30 % del total del sistema financiero y la mitad del volumen de los activos bancarios. En el viejo continente su actividad ya supone casi 17 billones de euros, además de detentar alrededor del 22 % de los bonos de deuda a corto plazo emitidos por las administraciones o las empresas, y son titulares del 38 % de la deuda a corto plazo emitida por el sector bancario. Es una prueba palmaria del valor sistémico que suponen estas entidades para la Eurozona.

Hoja de ruta de Barnier

Por tanto, c on el objetivo de frenar u , al menos, obstaculizar la voracidad de los fondos, Barnier anunció la pasada semana una obligación por la que deberán establecer una reserva de capital del 3% de sus activos totales. Se aplicará por fases, de manera que el primer año tendrán que tener un 1 %, el segundo un 2 % y el tercer año un 3 %, según fuentes comunitarias.

Asimismo, la CE también propone obligar a los FMM a poseer en su cartera al menos un 10 % de activos que venzan en un día en su cartera y otro 20 % de instrumentos que prescriban en una semana. Estas medidas permitirán a la banca paralela pagar a los inversores que deseen recuperar fondos a corto plazo y evitar así el pánico si se genera una retirada masiva, según fuentes comunitarias.

El eufemismo «banca en la sombra », según detalla Laura E. Kodres, alto cargo del Fondo Monetario Internacional, fue acuñado por el economista Paul McCulley en un discurso que dio en 2007 en el simposio que organiza cada año la Reserva Federal en Jackson Hole . Kodres compara la acción de estas entidades con la banca tradicional porque «toman en préstamo fondos a corto plazo en los mercados monetarios y los usan para comprar activos con plazos de vencimiento más largos. Pero por no estar sujetos a la regulación bancaria tradicional, en una emergencia no pueden —como sí los bancos— tomar préstamos de la Reserva Federal y no tienen depositantes tradicionales cuyos fondos tienen cobertura de seguro; están «en la sombra»».

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