Popular, Caixabank y Sabadell, los bancos más afectados por las exigencias de Linde
El 50% de los créditos refinanciados por estas tres entidades están ahora contabilizados como «sanos» y su revisión obligará a nuevas provisiones
Popular, Caixabank y Sabadell, los bancos más afectados por las exigencias de Linde
El endurecimiento de las condiciones de refinanciación por parte del Banco de España ha supuesto una nueva vuelta de tuerca al conjunto de las entidades financieras, y si bien «meterá» presión al beneficio de todas ellas, no les afectará por igual. Desde Bruselas ha habido ... un toque de atención al Gobierno con respecto a los bajos índices de morosidad de los bancos españoles, que no se corresponderían, en su opinión, con una dura y prolongada recesión. Por ello, el Banco de España decidió endurecer las condiciones de refinanciación, una táctica que, si bien es contablemente legítima, ha servido a muchas entidades de vía de escape para difuminar los impagos en sus balances.
Banco Popular, CaixaBank y Banco Sabadell serán las más afectadas por la nueva normativa de clasificación de los créditos refinanciados, pues, según la comparativa de las carteras reestructuradas de las entidades a cierre de 2012, estos bancos tienen en torno al 50% clasificada como un crédito normal. Con la nueva norma, todas las operaciones de refinanciación y reestructuración se clasificarán como riesgo subestándar (aquel que tiene probabilidades de entrar en impago o bien que ha sido moroso y lleva un periodo de tiempo atendiendo a los pagos), a no ser que se cumplan ciertas condiciones. Por ello, buena parte de estos créditos obligarán a dotar nuevas provisiones. En concreto, Banco Popular tiene 14.043 millones de euros renegociados, de los que el 54,6% la entidad considera normales, el 9,6% subestándar y el 35,8% dudosos. Desde la entidad recuerdan que el propio presidente del banco, Ángel Ron, declaró recientemente que si el banco no hubiera tenido que hacer frente a las provisiones de los dos reales decretos de Luis de Guindos habría ganado 520 millones de euros al cierre de 2012, y se mostró convencido de que la entidad volverá a beneficios en el primer trimestre de 2013, por lo que no prevé tener problemas con los temas de nuevas refinanciaciones.
Le seguiría CaixaBank, con una cartera renegociada de 22.423 millones de euros, de los que el 52,5% son considerados como normales, el 16,4% subestándar y el 31,1% dudosos. Desde la entidad que preside Isidro Fainé destacan que la gran parte de esta cartera, casi el 90%, tienen una garantía real. En cuanto a Banco Sabadell, ha refinanciado 14.515 millones de euros, de los que casi el 50% es normal, el 11,2% subestándar y el 39,4% dudoso. Una situación que tampoco preocupa en la sede de la entidad presidida por José Oliu, que si bien reconocen que quizás todos los bancos ganen menos, el impacto será limitado para las entidades del grupo cero (las «sanas»).
El caso de Bankinter sería especial. Aunque de los 1.369 millones de euros refinanciados por la entidad casi un 59% están clasificados como créditos normales, la mayor proporción del sector, el escaso volumen de refinanciaciones jugaría a su favor. De hecho, las operaciones renegociadas apenas suponen el 2,96% del riesgo crediticio total de la entidad, la menor del sector (donde ronda el 15%).
La lectura inversa de las cifras desvela que Santander y Bankia son los que menos créditos tienen clasificados como normales, por lo que la nueva norma tendrá un menor impacto. Además, Bankia es la entidad que tiene más créditos clasificados como dudosos, que son los que exigen más provisiones y que ya tienen dotadas. Un hecho que encaja con el fuerte plan de saneamiento puesto en marcha por José Ignacio Goirigolzarri tras su llegada a la presidencia de la entidad nacionalizada.
Las entidades se encuentran actualmente en proceso de revisión y análisis individualizado de las operaciones refinanciadas, un trabajo que deberán presentar al Banco de España antes del 30 de septiembre. Para determinar con precisión el impacto que la nueva norma tendrá sobre los balances de las entidades será clave la importancia que los inspectores concedan a las garantías que soportan algunos de estos créditos, especialmente los hipotecarios. No obstante, esta nueva exigencia supondrá simplemente un adelanto de las provisiones que, previsiblemente, serían necesarias realizar durante 2013 y 2014.
Hasta la fecha, los registros del supervisor desvelan que el crédito refinanciado o reestructurado representaba el 12% de la cartera de crédito del sistema bancario a diciembre de 2012, es decir, unos 235.000 millones. De esta manera, en el sector se estima que el impacto máximo de esta medida podría situarse en el entorno de los 10.800 millones de euros.
Más plazo al canje de preferentes
Además, el Gobierno dará seis meses más a las entidades financieras para aplicar las previsiones de gestión de las participaciones preferentes y de deuda subordinada previstas en sus planes de reestructuración, posponiendo la fecha límite para estas medidas del 30 de junio inicialmente previsto hasta el 31 de diciembre de este año, informa Ep. Así consta en una de las enmiendas que el PP ha presentado al proyecto de ley de rehabilitación, regeneración y renovación urbanas y que incluye la modificación de una disposición de la ley de reestructuración y resolución de entidades de crédito, aprobada el pasado mes de noviembre, para introducir este cambio.
La modificación afecta, principalmente, a las entidades nacionalizadas (Bankia, Novagalicia, CatalunyaBanc, Caja España-Duero, BMN y Liberbank), que acaparan el 91% del saldo vivo de las participaciones preferentes y deuda subordinada.
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