La violencia entre la Grada Fans y Ultras Sur devuelve la guerra al Fondo Sur del Santiago Bernabéu

Según ha podido saber ABC, el arrestado, que ha quedado en libertad sin cargos tras pasar la noche en los calabozos de Chamartín, es Carlos Clara, líder de la peña La Clásica y una de las caras visibles con las que el Real Madrid negocia la administración de la plataforma de animación. Fuentes del club señalan a este diario que ya planean su expulsión de la grada, conscientes de que este sujeto hace tiempo que escapa a su control. Advierten, además, de su carácter violento y muestran su preocupación por la deriva de un proyecto ideado para dar ejemplo tras la expulsión de Ultras Sur. De hecho, mandos intermedios de la institución le habrían dado anteriormente otros toques de atención, pero este último suceso es la gota que ha terminado de colmar el vaso.

Lejos del elevado riesgo de los derbis de antaño, marcados durante años por los intentos de los ultras visitantes de alcanzar el estadio sin policía, la tarde del domingo resultó especialmente tranquila. Como ya es habitual, el Frente Atlético no acudió como grupo (por el elevado precio de las entradas) y Ultras Sur mantuvo su veto a excepción de algunos miembros, que acceden al campo desperdigados y siempre a nivel particular. En la calle Marceliano Santamaría, los radicales desterrados extendieron dos tifos: uno dividido en dos tiras en las que se podía leer «Alto, no disparen, soy retrasado» y «Pruébalo… "Temidos en Europa"», y otro en el que se dibujaba a un forajido a caballo persiguiendo a los indios.

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Hasta ahí, todo normal: dos ataques ‘artísticos’ contra el equipo rival, fiel a la estética ultra que rodea a este tipo de encuentros, pero poco más. Lo extraño esta vez llegó en el lugar más inesperado, dentro del estadio y por un sector en el que hace no mucho se exhibía una pancarta en contra de los violentos. Minutos antes de que los jugadores salieran al terreno de juego, varios de los cabecillas de la Grada Fans subieron a la parte de arriba del fondo sur del Bernabéu. El objetivo no era otro que desplegar su tifo, pintado a mano (al principio eran lonas compradas por el propio club) y con el lema ‘El escudo de la hinchada madridista, grabado en el corazón’. Fue entonces cuando la historia comenzó a torcerse.

La banda del flanco derecho se partió por la mitad al caer a la grada inferior, y el tifo quedó totalmente deslucido. «Son cosas que pueden pasar, tifar no es solo pintar, en el momento en que lo sacas pueden ocurrir mil inconvenientes», apunta a ABC un joven dedicado a ello. Así, con el trabajo de unos cuantos echado a perder, llegó la segunda parte de este entuerto. Una decena de miembros del grupo de animación, entre los que estaba Carlos Clara, se cruzaron con el mencionado Pumuki en un pasillo, ya de regreso a la parte baja del fondo sur.

«Para poder llegar a un solo tío entre más de 20, necesitaron más de un minuto y que me tropezara en la escalera yendo hacia atrás, para desde arriba y con una marquesina de por medio, agredirme por un lado como a una rata», escribía esta mañana el afectado en su perfil de X (antes Twitter). Llegados a este punto, las versiones entre ambos bandos difieren: los de la Grada Fans apuntan a que la rotura del tifo fue provocada por integrantes de Ultras Sur, y tanto el club como el ultra veterano aseguran que no hubo ningún tipo de sabotaje.

Sea como fuere, lo cierto es que se produjo el altercado, pasando de los insultos a la violencia física. La seguridad del club, que acompañaba entonces a los integrantes de la plataforma, avisó de inmediato a la Policía Nacional, produciéndose la detención de Carlos Clara y la identificación de todos los congregados. El propio Pumuki aseguró a los agentes que era Clara la persona que le había agredido, mientras que el aludido y los suyos sostienen que la brecha se la produjo al caerse él solo. En lo que ambos bandos sí coinciden es en reconocer él enfrentamiento.

Tras ello, los líderes de las peñas del Fondo Sur pidieron a sus miembros marcharse del estadio, parando la animación y llevándose el reproche del resto de los socios. La pólvora necesaria para que Ultras Sur reavive ahora la guerra contra sus sustitutos en el Bernabéu y el Real Madrid, con Florentino a la cabeza, reconozca los problemas de una grada artificial creada casi a la carrera.