Patrizio Bertelli: «Lo importante es ganar, da igual si es en un clásico o en un Copa América»

Bertelli, consejero delegado del gigante de la moda Prada, que dirige y comparte en propiedad con su mujer, Miuccia Prada, habla con el aplomo y la seguridad de quien apuesta siempre por el caballo ganador. De hecho, su barco lidera la clasificación general de la categoría Época (veleros botados antes de 1950) y si no hay sorpresas en la jornada de hoy, se proclamará vencedor.

El equipo de Bertelli es el Challenger of Record de la próxima edición de la Copa América, donde competirá con el proyecto Luna Rossa que él mismo fundó en 1997 bajo el nombre de Prada Challenge. Esto significa que pactará las reglas con el actual campeón de la Copa de las Cien Guineas, el Team New Zealand. La gran incógnita, que por supuesto no revela, es si la competición se disputará en catamaranes o monocascos. La marca Prada también ha estado involucrada en otros circuitos de vela, como los clásicos, los TP52 o los Extreme 40.

Para este apasionado del mar y de la competición no hay transiciones ni límites a la hora de navegar con la alta tecnología de un Copa América o el peso de los años de un barco clásico porque “la regata es la regata y casta con ganar”, insiste.

Esta es la primera vez que Bertelli participa en la Copa del Panerai y lo hace a bordo del “Linnet”, que se construyó a principios del siglo XX en los astilleros del arquitecto naval Nathanael Herreshoff en EEUU, bajo las premisas de la clase New York Yacht Club 30.

“La Copa del Rey Panerai es una regata bella, muy bien organizada” , responde escuetamente, mientras no para de dar órdenes y consultar con algunos de los miembros de su equipo de regatas, italiano al completo, qué tipo de material es el más adecuado para la prueba del día.

Bertelli posee otros dos barcos clásicos: el “Nyara”, que no compite porque, según explica, “está muy penalizado por su rating”, y el “Ulises”, que también se encuentra amarrado estos días en el puerto de Mahón.

Está satisfecho de estas dos jornadas de regata y, aunque reconoce que "la navegación es algo cansada porque todo hay que hacerlo a mano al no haber winches (molinillos desmultiplicadores), el barco responde muy bien en todas las condiciones".

El “Linnet” fue transportado a Italia de la mano de Federico Nardi, director y socio del Cantiere Navale del’Argentario del Puerto Santo Stefano, en la Toscana, tierra de Bertelli, quien posteriormente lo restauró por completo y consiguió que volviera a navegar en 1998.

Afirma que el año que viene, si su agenda se lo permite, repetirá en la Copa del Rey de Barcos de Época y no le cabe duda que volverá a Mahón. “Me encanta Menorca. Hace más de 20 años que vengo y he fondeado muchas veces en Cala Fornells” , asegura. En esta conocida bahía del norte de la Isla dice "disfrutar" de la comida del restaurante Es Cranc, donde se sirve una de las mejores calderetas de langosta de Baleares.

Su pasión por la gastronomía le lleva a revelar, segundos antes de dar por concluido el encuentro, otro de sus recientes descubrimientos: "Me ha gustado mucho el Mercado del Pescado de Mahón".