Toni Bou: «Es muy bestia lo que estamos consiguiendo»

La primera reflexión de Bou va para su gran rival y eso, cuando uno lleva 16 años seguidos ganando, dice mucho de él. «Adam Raga era el campeón del mundo cuando yo empecé y era el piloto al que quería ganar. Después, ha estado todos estos años luchando conmigo, me ha ganado carreras, algún campeonato de España, pero por suerte ningún Mundial. Aun así, ha estado siempre ahí y es un rival durísimo, de mucha calidad», señala el campeón, al que ganar tanto no se le ha subido a la cabeza. Al contrario. Es el mismo tipo que disfruta oliendo a gasolina, entrenando encima de la moto o, simplemente, viendo a sus compañeros competir. «Si no hubiera sido piloto, quizá me habría gustado ser mecánico. Creo que es una profesión preciosa que te permite viajar y estar ligado a este deporte», explica.

En todos estos años, las cosas han cambiado mucho alrededor de Bou. El Mundial ha evolucionado, lo han hecho las monturas y también el reglamento. 'Cláusulas antibou' para frenar un dominio que no cesa. «Es muy bestia lo que estamos consiguiendo. Cuando es el mismo piloto el que gana siempre es lógico que se cambien las cosas y se pongan trabas. Pero bueno, al final soy yo el que pide que las carreras sean más complicadas y eso quiere decir que sigo a un buen nivel y que me veo con confianza para la próxima temporada». El futuro. Siempre el futuro. Ambición que le hace mirar ya hacia el título 33 cuando recién está celebrando el 32.

«¿Cómo voy a cansarme? Hago lo que más me gusta y encima gano. Tengo el premio más grande que se puede tener. Para mí es fácil continuar adelante después de haber ganado, porque tengo la presión de todos los que piensan si podré volver a conseguirlo. Los números hace tiempo que dejé de mirarlos. Me fijo más en mí mismo y en ser mejor cada año. Soy perfeccionista y sé que he cometido errores en 2022, así que pienso en ellos y en no cometerlos la próxima temporada», apunta.

Con la edad, cumplirá en octubre 36 años, Bou ha tenido que cambiar ciertas rutinas y cuidar más su cuerpo. «Tiempo atrás casi lo único que hacía era ir en moto. Teníamos un preparador físico al que no le hacía ni caso, pero las lesiones me hicieron reflexionar. De nada vale que te digan que tienes que cuidarte. El que lo tienes que ver, el que tiene que cambiar el chip, eres tú mismo. Y yo lo hice hace años. Ahora me organizo mejor para entrenar también la parte física. Tengo más sesiones a la semana, pero menos intensas».

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En la lista de preferencias de Bou siempre está la moto. Hay otros deportes que le llaman la atención, como el pádel o el fútbol, pero si tuviera que cambiar de vida tiene claro que lo haría, de nuevo, sobre dos ruedas. «El fútbol me gusta, pero como soy malo, pues no me gusta tanto. Si me dieran la lámpara del genio, antes que futbolista me hubiera gustado ser piloto de motocross. Viajar a América y correr en supercross tiene que ser brutal. Increíble», dice con una mirada de emoción que contagia.

Pasión con la que lleva dominando el Mundial de trial desde hace 16 años y con la que quiere abrazarse también al futuro. «¿Qué haré cuando me retire? Pues me gustaría seguir vinculado al equipo Repsol Honda, que es mi casa. No me imagino un lugar mejor», apunta, antes de lanzar un guiño al hermano gemelo de MotoGP. «A lo mejor ahora no les están saliendo las cosas como querrían, pero cuando un equipo es fuerte siempre acaba volviendo y estoy convencido de que lo harán». Palabra de campeón.