Rafa Nadal anuncia que no jugará el Open de Australia por una nueva lesión

Durante su último encuentro, ante Jordan Thompson, expuso su cuerpo a una exigencia máxima de tres horas y 25 minutos con mucha potencia en cada golpeo. Y ya desde finales del segundo set, una mano que se dirigía a la zona inguinal ponía algún gesto de dolor en Nadal y las caras serias en su palco. En el 1-4 del tercer parcial, la llamada al fisioterapeuta para masajear la zona. Al finalizar el encuentro, esperaba el balear que se tratara de una sobrecarga, la consecuencia lógica de poner su cuerpo en mucha tensión después de tanto tiempo parado. Y explicaba que no había tenido dolor ni la misma sensación que tuvo cuando se lesionó el 18 de enero de 2023 por una rotura en el psoas ilíaco. Por eso, sus palabras denotaban prudencia: «Veremos cómo me levanto mañana y pasado mañana», decía esperanzado, confiando en que hubiera sido una «supersobrecarga», con lo que su semana de regreso hubiera sido positiva a pesar de la derrota (5-7, 7-6 (6) y 6-3).

Sin embargo, se trataba de un «pequeño problema en un músculo» y optó por realizarse una resonancia magnética para comprobar la incidencia. El resultado: «Tengo un microdesgarro en un músculo, no en la misma parte donde tuve la lesión y eso es una buena noticia», ha informado el deportista.

A pesar de las buenas sensaciones de los tres partidos, el cuerpo le dice que todavía no está preparado para asaltar el circuito que no ha parado de subir la potencia en su ausencia. Y aunque se trata de una lesión menor, Nadal no quiere exponerse a un daño mayor en Melbourne, con partidos a cinco sets y de máximo compromiso desde el inicio, pues al no ser cabeza de serie podría enfrentarse con los tenistas top desde la primera ronda. Así, ha decidido regresar a España para continuar con la recuperación: «He trabajado muy duro durante el año para este regreso y, como siempre mencioné, mi objetivo es estar en mi mejor nivel en 3 meses».

Vuelve Nadal a poner pausa en su carrera. Que se suma al calvario que el tenista ha vivido en 2023 tras su lesión en el Open de Australia del pasado año, que incluyó una operación en junio para intentar arreglar el tendón, y que le ha llevado a pasar un año alejado de las pistas, en un proceso de reconstrucción que apenas comenzó un poco más en serio en octubre, y con algo más de intensidad en el mes de diciembre.

«Dentro de la triste noticia para mí por no poder jugar frente al increíble público de Melbourne, esta no es una mala noticia y todos seguimos siendo positivos con la evolución de la temporada. Tenía muchas ganas de jugar aquí en Australia y he tenido la oportunidad de jugar algunos partidos que me han hecho muy feliz y positivo», ha concluido el tenista, que ha agradecido a todos sus seguidores el apoyo tras su regreso a las pistas.

Es de esperar que ahora Nadal se centre en regresar a punto para la temporada de tierra batida con el objetivo de poder disputar por última vez Roland Garros, su torneo fetiche, que este año se celebra del 20 de mayo al 9 de junio.

Pero su calendario a partir de ahora depende más si cabe de lo que mande su cuerpo, de lo que vaya sintiendo jornada tras jornada. Jugando más de día en día que de torneo en torneo. Tiene un par de citas apuntadas, como ese partido de exhibición contra Carlos Alcaraz el 3 de marzo en Las Vegas, que organiza Netflix, y también pidió plaza en el Conde de Godó, en Barcelona en abril, pero todo dependerá de cómo se levante cada mañana.