Pedro Cachín: «A Alcaraz lo veo como un alien, no es normal»

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Daniel Cebreiro

La cuarta ronda del Mutua enfrenta hoy por quinta vez a los finalistas de la pasada edición, en la que el murciano pasó por encima del alemán

¿Cómo se ha sentido en el partido contra Tiafoe?

Ha sido de esos días que te sale casi todo. No sé cuántos errores forzados he tenido, pero seguramente pocos, ante un rival que los genera. Estoy muy contento y, tal como me he sentido hoy, tengo motivos para creer. Se está dando todo mejor de lo que esperaba. Jugué muy bien y estoy con muy buenas sensaciones para seguir.

¿Por qué ha sido de esos días en los que sale casi todo?

Es muy cambiante, no somos solo nosotros sino también las condiciones, que te obligan a cambiar tu manera de jugar. Si no son tus favoritas ya juegas peor de lo que deberías. Hay veces en las que todo conspira para que juegues bien y, cuando se dan esos días, hay que disfrutarlo mucho.

Su siguiente rival es Jan-Lennard Struff, que ha llegado a los octavos desde la fase previa. ¿Qué espera del partido?

Espero jugar en algún estadio, porque creo que me favorece. Si no, nos mataremos a saques (risas). Estoy sacando bien y confiando mucho en mi servicio. Al resto estoy jugando con buena altura y buenos cambios de ritmo. Struff ya ha demostrado el jugador que es, no solo en este torneo sino en toda su carrera. Así que trataré de disfrutar del partido y dar lo máximo.

¿Cuál puede ser su techo en el Mutua Madrid Open?

Intento no ponerme. Si me lo pusiera por tema de creencias, quizá me lo hubiese puesto ya, al enfrentarme a Tiafoe, por el nivel de tenis que tiene y porque demuestra que cada año se va superando. Intento ir día a día. Ahora estoy disfrutando de esta victoria. Ante Struff vendré con todas las energías posibles e intentaré jugar como lo he hecho hoy. Intento no ponerme techo, ver cómo estoy cada día y sacar el máximo posible. Ojalá que sea el domingo que viene, pero si no lo es, lo habré dejado todo.

Tras el nivel alcanzado por Carlos Alcaraz, ¿ha cambiado la forma de mirarlo en el vestuario?

Yo lo veo como un alien, porque no es normal. Lo que podemos copiar de él intentamos hacerlo. Pero es imposible. Todos los partidos dependen de él, tanto si va ganando como si va perdiendo. El domingo, el break que le hizo Dimitrov, creo que es culpa suya. No digo que se aburra, pero se pone a hacer cosas que no venía haciendo, porque su nivel es muy superior. Al siguiente juego le volvió a romper el servicio. Habría que copiarle los conceptos que tiene: cómo jugar en tierra batida o cómo jugar en pista rápida más que cómo golpear la pelota, porque eso no se puede copiar.

¿Supondrá este torneo un punto de inflexión en su temporada y su carrera?

Sí, yo siempre confío en los procesos. Este ha sido mi primer año en la élite del tenis. Estaba convencido de que en algún momento iba a dar un paso adelante y ganar partidos. Eso conllevó que a principios de año no los gané y bajé a Challenger a buscar ritmo. Por suerte, me fue bien en el de Madrid para confiar en mi juego y ver que pertenezco a este nivel, que me he ganado estar en este tipo de torneos. Seguramente me dará mucha confianza.

En Madrid ha ganado un Challenger, recientemente alcanzó la final y, en este torneo, ha alcanzado sus primeros octavos de Masters 1.000, además de batir a un top 15 por primera vez en su carrera. ¿Desea que le adopte Madrid y jugar todos los torneos aquí?

Si fuese por mí, jugaría todos aquí. Me gustan mucho las condiciones de Madrid. Conocer las condiciones y el torneo hace que vaya con un convencimiento diferente respecto a otros torneos. Estoy disfrutando el día a día, disfrutando de estar en Madrid y, por qué no, el día de mañana venir a vivir aquí.

¿Siente un cariño especial de la afición española hacia los argentinos?

Sí. Los argentinos nos identificamos mucho con este país, nos gusta mucho, no solo para hacer turismo, sino también para vivir. Hay muchísimos argentinos y yo lo agradezco. Me gusta mucho jugar con gente, sobre todo si son argentinos.

¿Por qué empezó a jugar al tenis?

Por lo que me cuentan, porque yo era muy pequeño, estábamos en una playa de vacaciones y agarré unas palas para jugar con ellas. Alguien les dijo: 'Llévenlo a jugar al tenis porque parece que tiene condiciones'. Todo empezó así. En Bell Ville, de donde soy, hay un club con muchas canchas de tenis. En ese momento había muchos amigos que jugaban allí y lo hacían bien, entre los cuales yo era el más pequeño. Me servía para jugar contra ellos y aprender. Nadie de mi familia jugaba al tenis. No sé si fue por casualidad. Al principio jugaba al tenis y al fútbol, y a medida que pasó el tiempo me terminé decantando por el tenis.

En 2014, dejó Argentina atrás y se mudó a Barcelona. ¿Cómo fue esa transición?

Fue también por casualidades de la vida. Álex Corretja tenía un restaurante con un socio que era de Villa María, donde yo entrenaba. Mis padres tomaron la decisión de sacarme de allí para que yo creciera y pudiera soñar en grande. Tenía que irme a Buenos Aires o a Europa. A Buenos Aires, por temas económicos y por conocimientos de gente de nuestro alrededor, no teníamos muchas opciones. A mi padre se le ocurrió avisar a un amigo en común que tenía con el socio del restaurante de Corretja, para que se pusiera en contacto con él y ver si podían echarme una mano. Llegué, y después de unos días me dijeron que me querían, que me iba quedar y me iban a ayudar como fuera. A Álex le debó muchas cosas, sobre todo porque confió en mí en momentos en los que ni yo ni mi familia teníamos motivos para apostar por mí.

¿Qué ha supuesto la figura de Corretja?

Álex me cambió la manera de pensar en la vida, no solo dentro de la cancha. Ahí me ayudó a ver el tenis de una manera que no lo estaba viendo. Antes era menos conservador y hoy entiendo mucho más los conceptos del tenis, cómo hay que jugar en según qué momentos. Álex llegó a donde llegó, no por la velocidad de su golpeo, sino porque era muy inteligente dentro de la pista. Él me inculcó eso y, sobre todo, respeto y humildad fuera de la pista.

¿Cómo se gestiona estar tanto tiempo lejos de Argentina?

Cada vez me cuesta más. Ya hago la pretemporada en Argentina y paso allí más tiempo que antes, porque me lo puedo permitir. Antes no podía y pasaba mucho tiempo fuera. Hoy mi casa la siento en Barcelona, no siento que vuelvo a Europa o a la ciudad, sino a mi casa. Vivo allí desde hace muchos años. Argentina lo tengo como vacacional y cuando mi familia viene para acá, lo disfruto muchísimo. Me cuesta el tema de los viajes, pero no tanto el tema de Argentina, sino estar lejos de mi casa, que es Barcelona.

¿En qué emplea el tiempo que no dedica al tenis?

El 8 de mayo empiezo en la universidad, así que lo voy a tener que emplear en eso. Me tendré que poner a estudiar. No me considero buen estudiante, pero voy a hacer un esfuerzo sobre todo para que mi cabeza siga pasando etapas y dándole de comer al cognitivo. Creo que es muy importante mantenernos activos.

¿Qué va a estudiar?

Economía y finanzas.

¿Por qué esa carrera?

Si hay algo en lo que era medianamente bueno en la escuela era con los números. Me interesa y, sobre todo, por la salida laboral que puede llegar a tener en un futuro. No es tanto por gusto, porque me hubiese gustado estudiar otra cosa, pero es lo que elegí y lo voy a dar todo.