El US Open engulle a los campeones

Ya pasó en 2020 y ha vuelto ocurrir en la actual edición tras la eliminación del tenista español el lunes contra un Tiafoe sublime (4-6, 6-4, 4-6, 3-6). Ante el vacío de poder, son los jóvenes superdotados los que acaparan los focos en Estados Unidos, ocho supervivientes que nunca han ganado un torneo mayor, sin la experiencia de las guerras pasadas, pero que muestran un exuberante desparpajo en su juego y formas sobre la pista, actitud que ha encandilado al público norteamericano.

Berretinni (26 años, Italia) - Casper Ruud (23, Noruega), Rublev (24, Rusia) - Tiafoe (24, Estados Unidos), Kyrgios (27, Australia) - Khachanov (26, Rusia) y Sinner (21, Italia) - Alcaraz (19, España) forman los emparejamientos en el esprint final del torneo.

«Es muy difícil jugar en Nueva York porque es el último Grand Slam de la temporada. Llevas seis meses compitiendo primero en tierra y luego en hierba para acabar en pista dura, físicamente es muy exigente», explica a ABC el extenista Mats Wilander, antiguo número uno del mundo y campeón del US Open en 1988.

El sueco, al ser preguntado por la anomalía que presentan los cuartos de final de la ctual edición, da otra clave para explicar el sorpasso de los más jóvenes: «Cuando me mudé a América estaba deseando jugar en el US Open. Después, cuando se acaba puedes conducir a Manhattan, donde vivía. Jugar allí es emocionante. Pero cuando vivía en Europa encontraba duro viajar hasta allí, incluso sabiendo que era un Grand Slam y que quieres jugarlo, por supuesto, pero luego tienes que coger un avión al día siguiente cuando pierdes para volver a casa, tienes esa idea en la cabeza. Y eso le ocurre a los europeos y australianos. Es el último gran torneo y es muy difícil mantener la consistencia hasta ese momento».

De todos los enfrentamientos, el que mejor representa este cambio de dinámica es el duelo entre Alcaraz y Sinner (esta madrugada), dos prodigios que, pese a su corta carrera en la élite, han tejido una amistad tan intensa (entrenan juntos con regularidad) como una rivalidad que promete dominar el tenis en los próximos años.

«Le tengo ganas», confesó el murciano tras imponerse al croata Cilic en los cuartos de final (6-4, 3-6, 6-4, 4-6, 6-3), pues pese a que le ganó al italiano el primer duelo entre ambos (Masters 1.000 de París en 2021), el resto de enfrentamientos han caído para el de San Cándido: victoria en los octavos del último Wimbledon y triunfo en la final de Umag el pasado julio, impidiendo que Alcaraz revalidase corona en Croacia. Hoy, vuelve el duelo de prodigios.