Masarova se hace enorme en la Caja Mágica

Masarova (Basilea, 23 años) ya había celebrado por todo lo alto su primera victoria en el cuadro final, ante su compañera del equipo nacional de la Copa Billie Jean King, Cristina Bucsa. «Es el debut soñado para mí porque además es el primer partido que gano en un torneo de categoría WTA 1.000. Había clasificado para dos torneos de esta categoría pero había perdido en primera ronda en ambos, y me hace mucha ilusión el hacerlo aquí en Madrid, cerca de casa», confesaba en la jornada anterior. Sin apenas tiempo de respiro, se plantaba hoy en el Estadio 3 para afrontar otra ronda de vértigo, Donna Vekic. La croata ha sido dos veces cuartofinalista de Grand Slam (US Open 2019 y Abierto de Australia 2023), llegó a ser 19 del mundo en 2019, y en su palmarés tiene cuatro títulos: Kuala Lumpur 2014, Nottingham 2017, Courmayeur 2021 y Monterrey 2023.

Sin embargo, pudo más el empuje que impuso Masarova, arropada con una afición que la llevó en los momentos cruciales a poner un paso por delante y a levantarse ante los nervios del segundo set, donde tuvo 6-5 y saque para ganar el encuentro y se obligó a dar un esfuerzo más para vencer a la croata ya en el tie break.

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Nacida en un país que idolatra a Roger Federer, Rebeka se enamoró de este deporte viendo a su compatriota ganar en Wimbledon. Hija de Mariví, española y su entrenadora en época adolescente, y Peter, eslovaco, se le dan bien los idiomas: eslovaco, alemán, francés, inglés y español.

Masarova ya demostró su talento en las categorías júnior. Fue campeona de Roland Garros 2016 (un año después de que lo conquistara Paula Badosa) en esa categoría cuando todavía defendía la bandera suiza, país donde nació. También fue finalista del Abierto de Australia júnior en 2017. Y después de afrontar algunas lesiones y el peso de la presión, decidió instalarse en Barcelona y competir por España a partir de 2018. Y en este recorrido, ha ido compaginando torneos ITF con previas e invitaciones de torneos del circuito profesional.

En el puesto 74 del mundo, ha dado el estirón en este 2023, con la final del WTA 125 de Auckland (perdió contra Coco Gauff) y suma sus dos primeras victorias en un cuadro final de un torneo de categoría 1.000 después de varios intentos fallidos.

Masarova continúa con esta bonita historia de estar por fin entre las grandes, en el cuadro final, segunda victoria WTA y más confianza para lo que venga. Próximo reto, Maria Sakkari.